DIÁLOGO INTERIOR III
 
He vuelto a mi antigua costumbre
un poco abandonada
de encerrarme en mi cubil secreto
a soñar en las inefables
bellezas de tu veste.
 
A escribir los inútiles versos
que no lees.
 
Que no te importan
 porque piensas que no se asientan
en la realidad,
síno sólo en una ficción
que tu imaginas
de remota realización.
 
De donde deduzco
que lo que quieres dar
son sólo sueños, sólo promesas.
 
Por ello prefiero venir a mi rincón secreto
y dialogar conmigo mismo,
diciéndome todo lo que pienso
sin que tu lo sepas,
al fin y al cabo no te importan
mis sueños.
 
 
 
SAN JERÓNIMO LÍDICE, AGOSTO 29 DE 2011