SISTEMA JUDICIAL COLOMBIANO
Publicado en Sep 08, 2011
El sistema judicial colombiano y sus agentes producen constantemente unas noticias que uno no sabe si reir o llorar, pues hay ciertas condenas que parecen mas una burla al pueblo colombiano que un modo de corregir una infraccion. De los miles de casos de condenas extrañas, pero juzgadas en derecho, utilizando las leyes y las normas, hay unas un poco mas sonoras que otras y con las cuales facilmente se puede hacer un macabro paralelo. Como por ejemplo: La misma condena para un hombre que intento pagar un bulto de paga con un billete falso que para aquel que desfalco al estado por miles de miles de millones de pesos. Estas dos condenas tan similares frente a valores económicos inmensamente diferentes, tienen un punto en común muy lógico y es que se debe castigar el delito, y así es que robar es robar sin importar el valor robado; estafa es estafa independientemente de si el estafado es un señor en la plaza de mercado o el estado colombiano. Trampas, mañas y manías que a ratos parecen ser la idiosincracia del colombiano en general pues estos vicios los vemos en todas las capas de la estratificaión social. Otro extraño caso donde contrasta la indolencia con la drasticidad de la justicia colombiana, es de la nueva ley anti discriminación con la que se aplica a violadores y abusadores. Es así como: Un desquiciado entrena a un perro para que conjuntamente con él violar a un niño puede esperar una condena hasta de 3 años de prisión la misma que para aquella persona que, de igual manera desquiciada, se atreva a discriminar a otro. Sin embargo y como hay que justificar los onerosos salarios, sí hacemos ingentes esfuerzos por reformar el sistema judicial colombiano así como la aplicación de las leyes; esfuerzos que, como su nombre lo indica, son muy difíciles de concretar pues cuando se logran plasmar en el papel, allí se quedan y otros que, aunque se aplican no se pueden reconocer por escrito, porque la doble moral de este país morrongo no lo permite. Dos ejemplos de esto han sido la expropiación o extinción de dominio y la pena de muerte. La expropiación, que se nos ha vendido como el gran castigo para aquellos que se enriquecieron de manera ilícita, se quedó allí, en una hermosa y drástica teoría, en el papel, porque los bienes expropiados, en los documentos unicamente, continuan siendo administrados y usufructuados por sus antiguos propietarios, a través de testaferros sin antecedentes judiciales. La pena de muerte es algo que no se puede ni nombrar en Colombia, pues aunque es un secreto a gritos que se aplica desde todos los sectores con gran poder, dentro y fuera de la ley, la doble moral no nos permite legalizarla. Así pues tendremos que saber que la pena para un estafador, no depende de la cuantía de la estafa sino del poder que este tenga. Esto sí sería algo muy injusto pues entre más plata este de por medio más poder tambien, entonces a los grandes ladrones del estado colombiano hay que brindarles otros privilegios como cárceles de máxima seguridad o casa por cárcel y despues unas vacaciones pueden ser en Duvay, De otra manera no soy capaz de hacer el ejercicio mental de ver al desequilibrado violador compartiendo patíbulo con alguién que se atreva a discriminar a otro, frente a un pelotón de fusilamiento.
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