Te fumaste mal el ltimo trago.
Publicado en Oct 04, 2011
Fumas del polvo que dejaste. Del colchón y sofá que no pudiste olvidar. Fumas de las ideas egoístas que inflan tu mente de la terrible soledad y le llamas a eso "autónomo". Fumas frases ya pensadas y posas sobre tus labios rosas, palabras por ti, según, creadas. Fumas de las órbitas de los libros, de las comisuras de mis letras y los momentos de invalidez mental, para construir una conciencia paralela.
Fumas de tu pasto, bebes de tu legalidad, mantienes al mundo sumiso, según tú, a su pendejez e inmadurez mental, fumas y lees, pero no entiendes lo que ves, no comprendiste las palabras sencillas de mis letras de 15 años. No pudiste masticar, las letras que casi mordían tu paladar, y dijiste tu enamorarte, con algo tan superficial que fueran mis ojos y manos tentadas de libertad. Fumaste las hojas de los libros no leídos, y creíste tener sabiduría por un verso descompuesto, fumaste de nuevo tu pasto y viste las nubes indicarte cuan abajo estabas del cielo, y te sentiste mediocre, y te pudriste por tu carácter, por tu cobardía, por tu falta de voluntad, por tu buen gusto que me acabo por hartar. Bebiste de nuevo de tu legalidad, perdiste el control y quisiste escapar, como siempre, como sueles arreglar las cosas, como crees que es la manera correcta, porque tu no te equivocas, privas a los demás, los mantienes menores de edad, les otorgas un juicio injusto y te crees las gran verga. Fumas entonces, de lo que pocas veces creí, fumas de tu soberbia y te atascas las orejas por un wey del que te dejas apantallar, escupes de lo único que haces bien, quejas pero no progresas. Fumas de las canciones fresas, fumas de tu jodidisimo buen gusto que nunca olvidare, pero que sin embargo, siempre evite, fumas y no sabes, de cigarro en cigarro, que hasta el mas mínimo recuerdo aun traigo atorado. Te fumaste mal mi amor, te fumaste lo de afuera y no te pasaste el humo, por eso cuando lo sacaste, estaba hecho bolas, y no fue un hilo fino de vapor. Te fumaste tan mal mi corazón, que ahora me cuesta trabajo creer en el amor, pero te fumaste tan bien los besos, las caricias y mi cuerpo, que gandallamente quisiste hacerlo antes de botarme, te fumaste tan bien mi alma, que destruiste mi afán de escribirle a la cama, te fumaste tan mal mis letras que nunca entendiste si quiera la idea principal, y te fumaste mal tantas letras que hasta decías que cosas ocultaba, si bien dije antes de esto, que mi corazón estaba en hibernación. Te fumaste mal mi ultima canción, te fumaste mal el ultimo instante de rencor, te fumaste mal tratar de cambiar... pero eso ya no me corresponde a mi. Y fumaste tan mal el adiós, que ahora espero, no pidas perdón.
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Andica