Estamos pasando por la vida como llevados por un viento fuerte, no alcanzamos a tomar conciencia de la parte de nuestra vida que va quedando atras, a veces muy rapidamente, ni alcanzamos a planear para nuestro futuro porque cuando decidimos hacerlo, nos sobreviene el miedo a planificar porque no podemos contar con la base que puede sustentar cualquier proyecto. El tiempo que vivimos es un tiempo absorvente, las múltiples preocupaciones del día nos llenan, ni siquiera tenemos lugar para los sueños, los relegamos por temor a verlos desaparecer en cualquier momento, lo que significaría volver más débil la fuerza de emprender algo. ¿En qué podemos apoyarnos en  éste vivir de posiblilidades? en la religión? si, éso nos abre más puertas que cualquier empeño que pueda darnos nuestra propia fuerza. Pero también a veces sucede que nos sentimos como obligados, como que no encontramos eco a nuestros anhelos. Es muy difícil llegar a ése mundo maravilloso de la fe y la paz. El espíritu está muy lleno de visiones no muy gratas y de reacciones adversas. Hemos recorrido caminos duros e inciertos y aún no encontramos suelo firme a nuestros pies, nos hundimos muy a menudo.-
                                    Minerva