Los Infieles
Publicado en Jul 09, 2009
Con los labios blancos y las manos temblando sin control, ella aguardó en silencio su turno para entrar en el confesionario y decirle al sacerdote cómo había perdido el control de sí misma y se había entregado, primero con miedo y después sin el menor reparo, al amante prohibido. Cada noche desde hacía dos meses lo visitaba a escondidas en un viejo motel al otro lado de la ciudad, lejos de su esposo, lejos de la realidad y se perdía durante horas en un placer, que se incrementaba con el miedo a ser descubierta.
Había llegado al punto en donde su alma ya no podía tolerar más la carga y por eso decidía confesarlo todo a la única persona que podría escucharla sin estar involucrada directamente en el error. La puerta del confesionario se abrió, un hombre vestido de negro salió de ahí y dirigiendo una sonrisa indiferente a la mujer, le pidió que esperara señalando el confesionario. Cuando ella entró, empezó a sentir en su pecho la clara sensación de paz que estaba buscando; el sólo hecho de haber reunido el valor suficiente para hablar, le estaba aliviando el corazón. Minutos después, sintió el crujir de una silla al otro lado de la celosía de madera y escuchó la voz pausada y serena de un hombre: -Ave María Purísima… Ella explicó primero en general y después, a petición del cura, con lujo de detalle los encuentros con su amante. Cuando terminó, esperó impaciente una respuesta, un castigo pero no pasaba nada. Notó una pequeña vibración en todo el confesionario y llena de curiosidad sacó la cabeza e intentó asomarse al otro lado. Descubrió con sorpresa al hombre vestido de negro con la sotana levantada hasta la cintura masturbándose con vehemencia.
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Yuri Rodriguez
Guillermo Capece
creo que le falta desarrollo; el final es un poco previsible.
Saludos
Carina Bianco
TENGO QUE DARTE MIS FELICITACIONES YA QUE ME SUPER GUSTO ESTO Y SU FINAL QUE DEMUESTRA QUE SOMOS DE CARNE Y HUESO, Y CON INSTINTOS QUE VIENEN INCLUIDOS EN EL COMBO QUE NOS REGALA ESTA VIDA... YO PERSONALMENTE AGRADEZCO QUE EXISTA LA PALABRITA LLAMADA PLACER!!! JAJAJAJAJAJA!!!! TE MANDO UN ABRAZO Y EXELENTE TU CUENTO
klauss demon
Es como un disparo a distancia: oyes el tronar, pero no sbes donde va a dar el tiro, hasta que ves la sangre o, en este caso, la bala dando donde no esperabas.... en lo obvio...
No quiero hacerme el puro, pero no creo en el "secreto" de confesion... y este corto me ha permitido sabe que no soy el unico...
Felicidades.........
Arturo Palavicini
Gracias por detenerte a leer y comentar mi cuento.
Un abrazo.
Arturo Palavicini
angela
me gusta esta clase de relatos asi que mis felicitaciones. saludos desde venezuela.
tu pequeña angelita y muchas bendiciones.
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Arturo Palavicini
Saludos.
Arturo Palavicini
Delfy
"la verdad nos hara libres"
Saludos
Delfy
alberto carranza
oculta
Buen escrito.
Tu amiga Oculta Maribel.