La Pared
Publicado en Jul 09, 2009
El niño estaba absorto en una especie de juego, sentado en la última fila del salón de clases metía y sacaba su pluma de un pequeño hoyo en la pared de triplay del fondo del aula que estaba ahí desde que alcanzaba a recordar. Su mirada iba y venía del pizarrón al agujero hasta que ese vaivén se vio interrumpido por un ojo profundo color marrón que lo miraba con atención desde el otro lado.
-Sht, sht- Le dijeron unos labios antes de lanzar una trompetilla. El niño sonrió sorprendido y regresó aquel gesto con un tímido: -Hola-. Al hueco había regresado el ojo marrón que en silencio estudiaba al niño; observaba arriba y abajo para finalmente clavarse en la mirada del pequeño. La clase continuaba y lo que en un principio había sido una agradable sorpresa, se estaba convirtiendo en esa incómoda sensación de ser espiado. -Adiós- Dijo serio el niño al ojo. -Sht, sht.- Fue la respuesta. - Adiós- Repitió el pequeño aun más molesto. El agujero se llenó con los labios en forma de trompetilla y una voz descompuesta contestó: -¡Chinga tu madre!- Un calor intenso comenzó a subir por los pies del niño hasta llegar a su fleco y furioso tomó la pluma y asestó un frenético golpe en el hoyo de la pared. La pluma iba y venía mientras pedazos de triplay salían volando del muro. De pronto la pluma desapareció de su mano y la ira aumentó. El niño se sentía ultrajado, humillado, robado. -El ojo se llevó mi pluma. Decía entre dientes. -El ojo se la llevó. Minutos después un grupo de profesores se acercó hasta la puerta del salón y la Directora, que venía encabezando la comitiva, preguntó en tono sobrio: -¿De quién es esta pluma?- Levantando el puñal del niño. -¡Mía!- gritó entusiasmado el pequeño sabiendo que se haría justicia y que al final descubriría la identidad del ojo marrón. -¡Mía y de nadie más!- Repitió entusiasmado. - Perfecto- Contestó la maestra, -Finalmente averigüe quien es el patán que hace agujeros en las paredes.
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doris melo
MAVAL
sensaciones encontradas me produce eso de ver lo que otros no ven
develar el misterio de nuestras propias percepciones
o de los engaños a que nos somete a veces la mente...
como sea no es de ser niña para que aún vea
en las paredes correr la vida y sean muchos ojos
que a veces observan desde el extramuro de mi imaginación...
...al menos no soy la única...
saludos.
Maval