Por: Carlos Campos Serna

Soy un animal rebosante con alucinaciones delirantes y deliberaciones rancias. Siempre que me responden mis preguntas de buena manera, actúo generalmente con brotes explosivos. No temo a las palabras, pero si tengo miedo de que ellas  tengan un sentido positivo, pues para mi depresión serán solamente objetos  de mi persecución absolutista,  déspota y tiránica, sin oportunidad de interpretación. Por ejemplo, si el otro animal escribe ¨amor¨ para mi será un palabra trillada de dos sílabas y no la entrega sublime sin condiciones. Así que, sin esa ¨entrega sublime y sin condiciones¨  busco con rabia una víctima para clavarle mis dientes  con mis ofensas que me mantendrán como una rata solitaria...