So What . Las estrellas en el cielo no dan abasto para iluminar lo que quiera que sea. ¿Qué es lo que la gente desea? Crecieron las amapolas, a causa de la luz que proyectaron las anteriores, en el cielo desde años medievales, en el cielo esas farolas. No causan más sensación en mí que el intento de bonanza atrevido, servido ya de tanta luz natural, la artificial de un flexo, la víspera del sexo sin aviso de lo nupcial me ha traído a este estado de café en cualquier taza vertido.
 
Tengo que cambiar el plan. La lista, sí. ¿Pero acaso el deber cumplido me traerá la alegría? Me repito más que una gramola. Ya hay cola para comprar una vida mejor, más incluso que la que aconseja el uso de coger pistola a falta de amor. Demasiado obtuso el ángulo que maneja si adquiere de repente una moraleja este cuento de origen ruso. Qué falta de calor, degustar el sabor del valor para declarar mi propio discurso. Suena la música del GTA.
 
No hablo para el ciego en braile. Tuve algunos asuntos para mejorar, todos empezaron a hablar todos juntos pero interrumpió otra voz la disonancia de ideas danzantes del columpio. Me dijo: ¿me concedes este baile? Acepté, pero le aseguré que jamás podría ocupar el lugar de su antiguo compañero. Así pues desde el cero me acerco quizá ya al uno. Sumo un poco cada día. También resto, aunque el resto diga lo contrario, mal agrario plantó cenizas en el huerto. Al menos todavía tengo algo de lo que presumir, ¿qué si no vivir la miel del momento presente pese al impalpable, como ausente sentimiento de culpa que no tiene asiento en mi sentir? Miles Davis con Charlie Parker en  Yardbird Suite.
 
Puede que hoy me pierda más que el remordimiento.
 
Lonesome Town de Ricky Nelson. Es en la ciudad del antigregario donde todo quedará en el olvido. Calzada, algo así. Eso sí, en plano nocturno. La carretera que divisa el consciente en el camino, cuando la mirada perdida alega que su único deseo es decirle al que a su vez apela dicho comportamiento, para imitarle después de no hacerle caso ninguno. Mutiny de Prince.
 
Milestones de Bill Evans. Solo quiero escucharla.
 
 
Da Bang de Prince. Pierdo el tiempo. Quiero tumbarme y pesar lo que no pueda enaltecerse. Verse, en ese peso que nos gravita cuando recién hemos despertado. Posar todo mi cuerpo cual tronco de una t con la almohada, barbilla en su último cabello de lana, tener la duda en posesión de si me levantaré o no de esta. ¿Voy a salir de esta? ¿Cómo acaba esto?
 
 
 
Hail H.I.M de Burning  Spear.
 
One for my baby de Harold, pero interpretada por Tommy Flanagan. No la encuentro por ningún lado en Internet. Es una jodida joya para el que se siente mal. Más azucar, menos sal. Leonardo Da Vinci. Genio. Dormía 3 horas al día en repartos equitativos de 15 minutos cada sueño. Eso es poner empeño en el trabajo y uno mismo. Admiro su persona. Polímata.