Me consideraban una bestia hasta que alguien tuvo el valor de enamorarme. 


-          A lo que puedo ver te has ganado su confianza, y eso es fascínate-.
-          Padre…-.
-          Shhh, No hables! De ahora en adelante tú serás su asesor al mundo externo, le enseñarás lo básico en esta sociedad para que no destaque y pueda pasar de incognito, nadie debe enterarse que es vida artificial-.
-          Sabes que no me gusta ser parte de tus juegos-.
-          No es ningún juego es tu trabajo y tu fuente de ingresos. Te he dejado una tarea y espero y la cumplas, iré a avisar que todo está en orden-.
No entendía completamente de lo que hablaban solo sabía que era de mí y mi futuro ahora que deje la capsula.
-          ¡Ahh, ese viejo loco!, pues  empecemos, disculpa mi nombre es Henry y el tuyo?-. se me quedo viendo perdidamente no entendía lo que estaba pasando, segundos después puso una cara graciosa. – Pero que tonto, tú prácticamente acabas de nacer-. Terminó con una risa inocente. – Mmm soy nuevo en esto, te parece algo como Odette?, es francés-
-          Mmm, ¿Francés? ¿Qué es francés?-.
-          Tengo mucho que hacer, contigo- dijo Henry con desanimo, entonces el joven no sabía y se preguntaba así mismo ¿Qué hacer,  por dónde empezar a educar a un experimento recién creado? – bueno comencemos con algo de historia como es que llego a ser la vida como la conocemos-.
-          Bien – sonrío inocentemente.
Desde entonces Henry se empeño en enseñarme desde la Teoría de Big bang hasta la guerras sociales y situaciones actuales, avances tanto tecnológicos como sociales y culturales pero no solo eso sino también lo básico como lengua y matemáticas entre otras ciencias, cosa que fue difícil para él enseñarle a una novata como yo, prácticamente en un año casi todo lo que él lleva estudiando toda su vida desde que era niño y aún así hay cosas que se me dificultan un poco pero pasamos todo el día juntos en este laboratorio, a veces nos salimos del tema y me comenta de cuando él era un niño y me enseña fotos donde se ve tan pequeño y sonriente, pero no me quiere decir la razón de su escaza sonrisa si antes no era así supondré que aún tengo mucho que conocer no solo de lo que viene en los libros sino también de Henry. Hoy me enseñara algo de filosofía dice que aunque mi apariencia sea de unos 16 años en adelante pero no más de 23  tengo el pensamiento de alguien de 10 años y eso me fastidia.
-          ¡Odette cuidado!... que estas por tropezar con la mesa de observación- Me advirtió… algo tarde Robert un colega de Henry y un buen amigo también.
-          ¡¿Auuch?!- Exclamé al pegarme con la esquina de la mesa y proceder a sobarme.
-          Andas distraída pequeña ¿Porqué?- dijo sonriente mientras me sobaba la cabeza.
-          ¡¡¡NO ME DIGAS PEQUEÑA!!!- grité.
-          Bueno pero ¿por qué andas distraída?-.
-          ¡Por lo mismo!, iré a estudiar con Henry y el siempre me anda diciendo que mi mente es el de un niño de 10 años y que por eso no puedo salir de este laboratorio sería muy notorio y blablablá… ¡me fastidia!-.
-          Me recuerdas a mi hermana menor de las ultimas en nacer, es divertido ser el fastidioso hermano mayor- comenzó a reírse me imagino que fue recordó algo gracioso en su vida a lado de su hermana. – Tú tranquila, el tiene sus razones solo sopórtalo un poco más-.
-          Como digas- dije al retirarme y darle una señal de despedida, camino a la cafetería donde me cito Henry, se encontraba hablando con el director del laboratorio, su padre con quien tuve ese horrible encuentro el día que desperté, y cada vez que lo veo un sentimiento sombrío nace en mi pecho, me acerque a ellos.
-          Deja de repetirlo… ya lo sé y estoy consciente de eso-.
-          Entonces si es así te veo esta noche para cenar, tu madre quiere verte, y por favor ve solo y sabes a lo que me refiero- creo que es mal momento para acercarme, mejor me retirare y regresar más al rato. Mientras daba media vuelta, paso el director y me lanzo una mirada penetrante que en segundos la luz reflejada en sus lentes no me dejo seguir viendo.
-          Odette… lo siento pero no habrá estudio el día de hoy estoy algo ocupado, hablamos luego ¿sí?-.
-          Está bien – y sin dejarme preguntar porque se levanto y se retiro muy apresurado y lo seguí hasta los vestidores donde vi que se metió la mano al bolsillo para coger el celular, realmente quería saber que le pasaba y aunque no fuera mi vestidor correspondiente entre. Ya adentro lo tomaba normal que quienes estuvieran adentro me miraban raro había quienes estaban acostumbrados a mi presencia en los vestidores masculinos, la culpa es que seguido lo hace Henry estaba del otro lado de la puerta y por fijarme debajo alcance a ver su celular en el piso con un mensaje de texto que era de su madre “por favor sin importar lo que piense tu padre quiero conocerla, ¿la traerías por mí?”, entonces un sollozo muy ligero se escucho, ¿Por qué es que eso hizo llorar a Henry?, Sentí una mano en mi hombro y asustada voltee era Robert.
-          Traviesa – dijo susurrando. – déjame encargarme de él por el momento así que sal y espera afuera ya sabes cómo se pone cuando entrar al vestidor o baños de hombres-.
-          Descaradamente tienes razón- susurre y me retire a la salida de los vestidores.
No sabía que pasaba allá adentro solo observe como los hombres que estaban adentro salían incómodamente del vestidor es que algo grave estaba pasando allá adentro yo quiero saber porque se puso así, ¿acaso ese mensaje se trataba de mí? si es así entonces ¿Por qué la madre de Henry ansia verme?, y esto ¿estará relacionado con lo que escuche hace un momento en la cafetería?, Henry salió rápidamente me vio y me acorralo contra la pared, agitado me pregunto.
-          Odette ¿Es correcto romper las reglas solo para ver una sonrisa?-.
-          Las reglas no deben romperse están para tener un orden en la sociedad.
-          ¿Pero si esa regla que impide una sonrisa y no tiene razón de existir?-.
-          En ese caso… lo más conveniente es… pero las reglas se hicieron para seguirse…-
-          ¡Pero no tiene razón de existencia!, es como si te prohibieran comer tus dulces favoritos-.
-          En ese caso accedería  a no comerlos porque me los retiraron porque me hacen daño-.
-          ¡Idiota pero tu amas esos dulces!, ¿Aunque estuvieras consiente y pedirías uno de esos dulces que te harían daño, romperías esa regla?-.
-          ¡Hen cálmate!- gritó Robert.
-          ¡Calla!, que si ella está de acuerdo lo haré- Henry seguía alterado pero  ¿De acuerdo? ¿De acuerdo en que? Bien hay que pensar, romper las reglas está mal pero si hay una regla que no trae la felicidad y no tiene razón de estar en la lista supongo que lo mejor sería… - ¡Odette responde!-.
-          Pienso que si esa regla no tiene razón para estar ahí entonces lo más común es romperla corriendo el riesgo de perjudicar a alguien-.
-          ¡Bien dicho ven conmigo! ¿Robert te lo encargo?-.
-          No te preocupes yo los cubro- alzo un pulgar hacia arriba y Henry me jalo por todo el pasillo.
-          ¡Espera yo no puedo dejar el laboratorio!, Aún tengo la mente de una niña de 10 años y el director aún no lo autoriza- mientras se detuvo me miró de frente me levanto el cabello y me la besó, después me abrazó.
-          No te preocupes no estás sola- dijo al abrazarme y me jalo hasta la salida.