En una noche como cualquier otra, en medio de una multitud tu luz llama mi atención instantáneamente. Te abres paso entre la gente hasta que por fin puedo ver tu rostro, mi sorpresa me pega en la cara reconociéndote a pesar de los años. Me quedo quieta para que no me descubras en medio de tantos desconocidos y poder observar cada detalle de ti.
Tantas imágenes vuelven como las olas regresan a la playa, no puedo evitar soltar mi energía hacía ti, te envuelvo, te abrazo, te susurro al oído hasta que de pronto te das vuelta como si de verdad estuviera ahí. Tus ojos me encuentran como quien sabe donde buscar, veo la sorpresa en tus ojos pero también la fuerza de tu energía que viene a mi encuentro... nos quedamos a pocos metras de distancia mirándonos el alma por unos segundo que resultaron eternos, hasta que ella te hace una caricia y la magia del pasado termina como quien despierta de un lindo sueño.