Con pisadas de niño, que carga su quejumbre
me dediqué a buscar tu marca en las camelias.
Ví una que otra rosa caída de tus manos
y el peso de tus pies en las casas de arañas.
Creí adivinar tu forma dibujada
en las lianas gratuitas que remueven la jungla.
Más, la verdad te fuíste como pisando en piedras
vestida con un lienzo de malagradecida.
Por ti abrí unas puertas donde nadie habitaba
y capturé los ecos que dan los plenilunios
Para ti levante una choza de amores
hoy, descarrilada y sola, mermándose en sus ruinas.
¿ Para quién germinarán de mis manos genarios
si todo lo dañaste al seguir tus andanzas ?....
No sé si vendrá otra en la cual florecer
o seré devastado por vasta soledumbre.