Las Comunicaciones, la Prensa y la Opinin Pblica.
Publicado en Dec 04, 2011
Difícil tarea se impuso pues, don Baldo, hablar de comunicaciones en tiempos en que hay tantos aparatos para comunicarse, celulares, televisión, e-mails, debe ser complicado...Perdóneme, señora, pero yo no vengo a hablar de aparatos o medios para comunicarse, yo vengo a hablar de comunicaciones desde el punto de vista de lo que las personas transmiten, los mensajes, las conductas, las intenciones detrás de lo que se dice, el cómo se dicen las cosas, en fin, ¡Ah! O sea, ¿acaso alguien me dice algo con mala cara o con buena cara? Bueno, mas o menos; pero si me interrumpe como siempre, le juro que la despido sin indemnización ni recomendaciones, así que calladita mejor. Bueno.
Cuando hablamos de comunicaciones, casi siempre se tiende a pensar en lo que usted dijo, señora, pero las Comunicaciones (así con mayúscula) yo las interpreto como el conjunto de información y mensajes, su contenido, sus resultados conductuales, que circulan entre todos los seres humanos de este planeta. Mirado desde ese punto de vista, el tema comunicaciones es de una importancia capital para explicarse acontecimientos, fenómenos de masas, creencias religiosas, preferencias políticas, amores por la patria, preferencias en el vestir, tendencias del mercado, etc. El elemento vital en toda comunicación humana es el mensaje. La comunicación es un intercambio de mensajes entre las personas. En términos generales, me atrevería a decir que la mayoría de los mensajes que permanentemente estamos entregando en forma conciente, tiene una intención. Hablamos para pedir, para ofrecer, para advertir, para influir, etc. Esto significa que los mensajes buscan influir en la conducta de los demás, es decir, pretenden cambios conductuales, ya sea para que nos aumenten el sueldo, para que nos compren algo, para que nos lleven a dedo, para que nos crean capaces, para denostar a un adversario, etc., etc. Obviamente, de esta idea se desprende que una comunicación efectiva es aquella que logró producir el cambio conductual que nosotros esperábamos. Pues bien, para que una comunicación sea efectiva, el mensaje que yo emito (mensaje del transmisor) debe ser lo más parecido posible al mensaje que la otra persona recibe (mensaje del receptor). Esto suele ser difícil; existe un fenómeno llamado entropía de la información, que consiste en la deformación que sufre un mensaje al ser transmitido. Esta deformación se produce por diversos factores tales como capacidad de hablar bien el idioma (o de entenderlo), cultura del transmisor y del receptor, grado de motivación al transmitir el mensaje y grado de atención al recibirlo, elocuencia del transmisor, intereses del receptor, oportunidad en que se entrega el mensaje, etc. y significa que yo entendí una cosa distinta a la que me dijeron. Otra idea que se desprende es que para que una comunicación sea exitosa, es mucho más importante el transmisor que el receptor, ya que el primero sabe lo que quiere y debe aprender a transmitir de la manera que le resulte más adecuada al objetivo que pretende, debe tomar él en cuenta las capacidades del receptor, es él quien conoce el objetivo perseguido, por lo tanto es él quien debe planificar qué, cómo, cuándo y donde entregar el mensaje. Don Baldo, perdóneme pero quería decirle algo chiquitito, ¿puedo? Sí señora, puede. ¿Y qué pasa cuando un receptor no quiere recibir un mensaje? Buena pregunta; en general, los receptores se supone que son pasivos, y como la pasividad tiende a ser más cómoda que la actividad y el esfuerzo por escuchar ver o leer lo que nos dicen, entonces ese es otro elemento que el transmisor debe tener muy en cuenta. Gracias, señora, de nada, don Baldo. ¡Uy que me entretengo escuchándolo! Sigamos, lo que estamos descubriendo, nos enseña que el dominio y la comprensión de la problemática de transmitir y recibir mensajes es vital para el éxito de lo que queremos en nuestros desempeños cotidianos. Una persona que conozca a fondo estos temas será una persona que, si lo quiere, tendrá muchas más oportunidades de hacer que los demás hagan lo que ella quiere, para su beneficio y. si resulta que la persona es inescrupulosa, entonces que Dios nos pille bien parados. Ay, don Baldo, no quiero ni pensar qué pasaría si eso lo hicieran a nivel de empresas grandes, con el fin de ganar plata. Pero, señora, si eso es precisamente lo que hacen las grandes compañías en el mundo. El mundo está inundado de mensajes de dos tipos: los mensajes publicitarios y las noticias, y toda esa mensajería es manejada por grandes empresas que usan el dominio del tema comunicaciones para beneficio de algunos, ¿entiende? Desgraciadamente, el beneficio siempre es para algunos pocos y nunca para algunos muchos, con lo cual se acrecientan las desigualdades económicas entre las personas. Don Baldo, ¿usted es comunista? ¿Por qué lo pregunta, señora? Porque siempre está atacando a los que tienen más y hablando de desigualdades. No soy comunista, señora, lo que pasa es que pienso que si las riquezas fueran repartidas de mejor manera (mejor para los que tienen menos) evitaríamos una serie de problemas sociales que nos afectan. Pero, me está desviando del tema, mejor cállese o la despido. Bueno. Habíamos dicho que en la medida en que mejor transmitiéramos un mensaje, mejor resultado obtendríamos en nuestras comunicaciones y que para hacerlo había que conocer el proceso. Sigamos. El proceso comunicativo es un proceso no exento de dificultades, como veremos. Una de las principales dificultades en las comunicaciones es la polarización de las ideas, es decir, que transmisor y receptor sean depositarios de visiones extremas y opuestas. El ejemplo más a la mano es el de los palestinos e israelíes. Estos señores nunca se pondrán de acuerdo si no deponen actuar de manera rígida y no tratan de comprender la problemática del otro: si no lo hacen, nunca tendremos paz entre ellos, nunca se comunicarán. Esto es lo que se llama polarización de posiciones e ideas. Otro factor que dificulta las comunicaciones es la desigualdad entre transmisor y receptor. A una persona de occidente le cuesta mucho ser entendida en sus mensajes por una persona de oriente y viceversa, por las diferencias culturales entre ellos; las diferencias de nivel socioeconómico, de idioma, de capacidad intelectual, de educación, son todos elementos que dificultan comunicarse y deben ser tomados en cuenta para lograr el éxito comunicacional que queramos. Es por estas razones que las campañas publicitarias son por lo general manejadas dentro del ámbito de un país y, a veces, dentro de una región. ¿Y qué tiene todo esto que ver con la prensa y la opinión pública? Mucho pues señora, la prensa es el principal medio que se usa para influir en lo que la gente debe conocer. La prensa en casi todo el mundo es controlada por grupos determinados que la usan para su propio beneficio presentando hechos y opiniones de manera que hagan reaccionar al ciudadano común como a ellos les conviene. Voy a citar un ejemplo muy doméstico: el Transantiago. En mi modesta opinión el proyecto Transantiago era un proyecto absolutamente necesario para nuestra ciudad. Su implementación iba a ser muy difícil por la complejidad del mismo, por los intereses particulares de algunos y por la natural resistencia al cambio de la población. Lo que correspondía en su momento, era que todos los estamentos de la sociedad santiaguina colaboraran para su rápida implementación, pero ello no fue posible porque había demasiados interesados que no querían que fuera un éxito. ¿Y por qué, don Baldo? Porque su fracaso le aportaba dividendos políticos a la oposición, por lo tanto, comenzaron una guerra de desprestigio en todos los medios de prensa presentando solamente los acontecimientos negativos del proyecto (que sí los hubo) y nunca apoyándolo. De esta manera generaron en la mente de la población una especie de animadversión al solo escuchar del tema, sentimiento que cuesta mucho erradicar, ¿comprende? ¿Se da cuenta de cómo la prensa influye en la opinión de la gente? ¿Se da cuenta como nos modelan la mentada opinión pública? Uy sí, don Baldo, ahora que me lo dice me doy cuenta. Bueno, eso es lo que pasa con las comunicaciones manejadas de manera estudiada en provecho de algunos pocos. Me imagino, don Baldo, que será lo mismo con la publicidad, ¿cierto? Muy bien, señora, lo mismito no más es, pero de la publicidad hablaremos en otra ocasión pues merece un capítulo aparte. Digamos, como corolario, que las personas deberían ser capaces de darse cuenta de las intenciones detrás de los mensajes que nos inundan, de manera de actuar acertadamente, pero como la ley del menor esfuerzo dificulta que nos pongamos a pensar cuando recibimos mensajes, entonces nos hacen papilla. ¿Qué significa colorario, don Baldo? Corolario, señora, corolario. Es algo así como una idea que se deduce de algo expuesto, de algo demostrado, que en este caso vendría a ser todo lo que le he hablado sobre las comunicaciones. ¿Y por qué dice usted que nos hacen papilla, don Baldo? Porque sin darnos cuenta nos obligan a comprar lo que ellos quieren vendernos, sin darnos cuenta nos obligan a votar por quién ellos quieren, a odiar o amar a quien ellos quieren, etc., etc. ¿Y quienes son ellos, don Baldo? La respuesta a esa pregunta es comprometedora. Hugo Chávez diría que ellos son el imperio, que pretende controlar el mundo; los de oposición al gobierno en cualquier país, dirían que ellos son el gobierno que se encubre en un manto de mentiras; el gobierno de corte izquierdista, en cualquier país, diría que ellos son los oligarcas que no están dispuestos al reparto equitativo, etc. Chuata, don Baldo. Sí, señora, chuata, como vemos, la culpa la tendrán aquellos que nosotros pensemos y nosotros pensaremos de acuerdo a lo que nos hayan informado a través de los medios de comunicación. Chuata, otra vez, don Baldo, puchas el monstruo pa' grande. Si, mi querida señora, veo que usted ha comprendido muy bien mi mensaje, que, como todo buen mensaje, tiene una intención detrás que pretende modificar su conducta. ¿Y que quiere que haga ahora, don Baldo? Que cuando vea la tele, vea los puros monitos, que cuando lea el diario, lea los puros sudokus y que si lee un libro, solamente lea las páginas de canto porque ese es uno de los pocos lugares en que estoy seguro no encontrará mensajes intencionados. Donbaldomero. P.S.FalabellaBancoSantanderMovistarNestléElMercurioSoproleEntelLanytantosotros...
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