Amada mía ¡inspiración de un tierno verso! un sonido efímero que lleva el viento, una lejana sonrisa, que se pierde con el mar.
A una alma perdida, una voz que se apago en la oscuridad, unos bellos ojos que cerraron en la noche, un murmullo que plasmo tu nombre, una palabra ¡eternidad!
Voy buscando las respuestas ¡las preguntas quedan cortas!, te fuiste en diciembre, tu voz apago la noche, en tus ojos ya no existe más el universo, en este simple verso hoy murió tu mirar.
Tu ser en el alba se ah perdido, entre los ojos de los hombres ¡murió tu humanidad! entre la noche aun persiste tu recuerdo, infinito como cielo ¡tan inmenso como el mar!
Hoy lloro tu muerte, hoy anuncio ¡tu eternidad!, en el mismo rincón que guarda tu nombre, en  el lugar que con latidos responde ¡que llego tu libertad!