En las azoteas
desnudan los astros sus partes menguantes.
La centella oscila en un baile ritual.
Corretea el gato al ratón que sueña.
Se echan a dormir antenas y estorbos.
En las azoteas pulidas por los vientos lastrados,
la misma penúmbra cae en ostracismo.
Se practican raros ruidos genitales
que suenan a cúmulos, que rugen cual úvulas.
En las azoteas la modorra empapa
a los obituarios y a los catecismos.
Redomas de astros se echan la siesta
mientras me trasnocho en una cama cárdena.
En las azoteas percibo unas velas
que llevan a la noche a puertos de arrastre.