No esperes amigo mío que un día vuelva.
Como el pájaro que se pierde tras el horizonte,
ella abrió sus alas y de ti se alejo.
Vive el día a día, sin inquietud ni pena
deshace la madeja que te brota en el recuerdo.
Ponle al cristal, otro color,
sé feliz por que la amaste, y allá ella si te olvido.
Deja que la noche lentamente, calme tú dolor,
la mañana hará que las sombras desaparezcan,
y que al fin de nuevo luzca el sol.
Amigo mío.... espera de nuevo al sol en el horizonte contempla con alegría este nuevo amanecer.
lucha contra el recuerdo, con toda tú energía
y por favor amigo mío, vuelve a sonreír.