Una noche para siempre
Publicado en Dec 14, 2011
Como olvidar aquella noche en donde por primera vez decidimos entregarnos el uno al otro. Sentíamos sin mayor objeción una pasión desbordante. Tus besos hacían que esa llama dentro de mi se encendiera cada vez más. Perdía el control de toda lógica en mi cabeza, sentí aquel placer que me llenó todo el cuerpo y no dudé en que tú también podías sentirlo.
Aún recuerdo tus palabras en el momento en que besabas lenta y delicadamente mi cuello mientras bajabas por mi pecho hasta llegar a mi ombligo. No pude evitar sentir cosquillas y solté una pequeña risita. Tomaste mis manos e hiciste subir mis brazos al lado de mi cabeza, pero me solté y te atraje de nuevo hacia mi cara, busqué tus ardorosos e impacientes labios hasta que di con ellos, me besabas de una manera que jamás pensé que podrías, aquellos besos pedían más de lo que te hubiera podido dar, pero en ese momento te di más de lo que hubieras podido recibir. Me aferré a tu cuerpo, te abrazaba la espalda y jugueteaba con tu pelo. Me sentía rebosante, no podría explicar exactamente como, pero si podría decir que como nunca antes. Te sentía mío y sabía que lo eras y noté en tu manera de tocarme que pensabas lo mismo de mí. La noche fue maravillosa, que más podríamos decir, nos amábamos de una manera que quizás nadie entendería, tu mirada me expresaba claramente la felicidad que sentías y yo no podía corresponderle más. Fuiste mi primer y último amor verdadero, los demás solo juegos y marionetas para la entretención. Nadie pudo llenarme como lo hiciste tú aquella noche, quizás porque te amaba y era la primera vez, pero que más da, te amé y me amaste y eso bastó para complementarnos mutuamente. Ahora, después de muchos años te vuelvo a encontrar, te reconocí al primer instante, cosa que tú no. Estabas igual que hace 10 año o quizás más, en cambio yo, más cambiada que nunca. Pero al momento de cruzar miradas en aquella calle, aunque tardaste me reconociste y yo al darme cuenta de tu sorpresa, seguí caminando. No se cuanto tiempo te habrás quedado ahí parado pensando en lo ocurrido, pero cuando creí que ya te habías marchado sentí que me agarraban del brazo y me giraban, no logré distinguir el rostro, pero no hizo falta, aquel beso tan impaciente y alborotado no podía más que ser tuyo. No podía creer que después de tanto tiempo pudiéramos encontrarnos y mucho menos en aquellas calles (las más alejadas de la cuidad). Me sentí nuevamente como aquella chica que hace años se había entregado al mismo cuerpo que ahora la volvía abrazar…. Lyon!
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|