Escalones por los que subo a pasillos transparentes:
Hay puertas translúcidas con sus goznes de aire.
Esas puertas invisibles, giran y siempre se están abriendo
como los pasos de las aguas al mirar las cañadas.
Por esas puertas entran ecos, visiones, pasiones borrosas,
entran también las cosas de caminar ambiguo.
Se sitúan adentro de una constelación atónita 
los seres-espejismos y sus pasos de luz.
No me atrevo a penetrar a espacios espamódicos,
pues me encuentro a gusto en éste mi universo primero.
Arriba de mí un cielo constelado de árboles
me dice que me encuentro en una casa invertida y cristalizada.
La casa flota en el ambiente sumiso
y sus ventanales miran y dan hacia los cinco continentes.