DE RECLAMOS; Las confesiones.
Publicado en Dec 25, 2011
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Confesiones; todas regresan en colapso, los pasos que antes eran tatuajes ahora son dibujos de cicatrices que guardan la metáfora de la angustia rupestre. Son caricias empolvadas que ahora son nuevas extensiones, todo regresa y en mis ojos rotos de muros rojos, queda el aliento de lo que nunca fue, cuando en los pasados pasos de mi ayer se yerguen en este hoy, mi presente, que es un tiempo suspendido que mal augura el futuro. Todo se me negó, y regresan aquellos sentimientos presumiéndose siempre míos, y yo aquí confieso, que este mí; nunca fue de nadie. Soy solo un hombre que en olvidos y lejanías, construyó una segunda oportunidad que sin querer es en balde, un balde sin agua para germinar una vida y ahogar el hastío. Si es una segunda oportunidad para ellas; se llama absolución al resquicio, y si es una segunda oportunidad para mí; se llama resignación y masoquismo. Dicen; siempre te sentí mío. Y callo; el que nunca conocí sus vidas. Confesiones; ¿qué son? sino malas interpretaciones de futuros subalternos, con las alteraciones de los errores que causaron letales infiernos, tan letales como para tener una salvación en el ahora, después de tantas cínicas depresiones. Todas y cada una vienen otra vez vestidas con la misma manta del arrepentimiento, y miento si no confieso que siendo ateo; siento fe, e invadido por la ceguera del miedo, me escabullo con valiente esperanza; y pretendo ver. ¿Pero qué hay de mí? Regresan, y esta última no es la única, todos los otros fantasmas traen la misma túnica, sí, todos ellos sí se quedaron con mi sentir sincero, y ahora yo grito y promulgo que son míos y que los tengo, a ustedes, y a ti, y a ella, y a aquel, y todas las otras almas que siempre fueron mías en el lejano pensamiento ¡¿y cómo para qué me ha de servir eso?! Yo, nunca me entero ser de nadie, ¿cómo creérmelo si se fueron? ¿cómo confiarles otra vez eso que les arde si me abandonaron sus nombres? ¿cómo saber si es cierto, si hasta algunos pronunciares me dejaron mudo? Yo sí puedo intentar creer que seas y que sean mías y míos, pero yo, nunca me he sabido ni he sido de nadie, siempre he estado solo, y ya es muy tarde para entender que me querían, pero no el saber que se lanzaron al mundo fácil, huyendo con el primero que les dejó hacer bulla, mientras yo, aquí, con mi alma que siempre quiso ser suya, aquí, derritiéndome en amargura, eterna y llena de locura. Aquí, en esta eterna duda del reclamo; confieso ser solo el rostro de la coincidencia que se delata con ansia, pero que labrada a espaldas de su sombra, está llena de amargura arcaica. Y me duele, de todas formas y de todo tipo, a solas, en silencio y aglomerante, con ruido, desde un grado óptimo de seriedad hasta el berrinche de caso omiso.
Duele; y puede ser tan superficial como la queratina del índice de abolengo de cualquier burgués, al que se le desprende por tanto señalar y recalcar esa pesada sangre azul, así como puede ser la más profunda herida, como la lastimera escama de aquella bestia mítica olvidada por el paso inexorable de la desmemoria. Soy como de esos instantes que se quedan en lapsos, suspendidos, fósiles carcomidos y ahora promovidos por la mercadotecnia que subyuga a la legendaria piedra, degradada a un adorno de pecera, ya no más como aquel el elemento que lleva a espaldas tatuada la historia de las eras. Confesiones; ¿pero qué son? sino más que retro lesiones al pecho coraza, corazón que aún no sana y que si late y que si se infla, es ignorando que es la hinchazón del ayer, que si no se curó en ese entonces, o en este hoy, ¿por qué ha de sanar en el mañana? Y quizás, solo quizás es que ellas no quieren admitir el menester; de que han aprendido a amar sin poseer, y solo a disfrutar el momento, y uno tiene que acostumbrarse a esa ineludible y dolorosamente filosa partida cruel, y en ese hecho... ¿qué cosa puedo hacer? sino esperar un perdón, por anhelar ser algo que alguien quiera poseer. Confesiones; ¿pero qué son? sino más que retro lesiones al pecho coraza, y al escudo roto disfrazando al hueco donde una vez hubo un corazón.
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Foto del autor Hoz Leudnadez
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Descripción

del poemario confesiones y relcamos de la pluma de un poeta indescente

Palabras Clave: confesiones

Categoría: Poesa

Subcategoría: Filosfica


Derechos de Autor: hoz leudnadez sogem


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