CONFESIONES DE LA PLUMA DE UN POETA INDECENTE;Agradecimentadas de madre
Publicado en Dec 26, 2011
Bien, la verdad mi amo no es muy bueno que digamos para este tipo de cosas, él, la mano izquierda que me sostiene siempre tiende a mejor y antes que saludar con esa mano y dar una palmada, encogerla hasta abrazar la copa y decir salud. Ya algunos le conocen y saben de sus salvajadas a la hora de la palabra, pero yo, como su utensilio, como su arma y su voz en el papel –además de ser quien siempre será señalada como hacha, como lo peor por su culpa, pero no entiende, siempre trata de hacerme ver como la mala de la historia siendo qué… bueno, ustedes saben a lo que iba–; si yo siendo su voz en el papel ¿cómo quedarme con este silencio? ¿cómo dejarme de esta resonancia? Porque, déjenme decirles, aquí entre nosotras, sí, nosotras ¿o habrán creído que el hombre no dependería de un lado femenino, aunque fuese poeta, maldito, resentido, antiestético, renegado o lo que sea, no habrán creído que harían todo por sí mismos sin depender de un lado femenino verdad? Yo, la pluma que le sirve a la mano izquierda que me sostiene, me refiero en general a “nosotras”, todas porqué sé que vienen más las que los a leerle ¿o también creerán que no sé de sus coqueterías del muy insolente? Ya antes he escuchado de parte de la que vuela decir que él; es un hombrezuelo pluma fácil tinta suelta. Y de la que mata que; es el que se va y deja el vacío de las páginas en blanco, y el que trae alegría dentro de botellas baratas y se larga antes del sol nacer. Que no es más que un aventurero a cual le llaman algunos por Goliardo. El que embaraza, abandona y vuelve para llevarse la alegría y al hijo. ¡Ay! si supieran que algunas veces dice que lo que pasa es que él es solo patrimonio de la humanidad. La que mata también le ha dicho que deberían prohibirle, censurarle en las noches en que el quiosco permanece quieto con todas las que lloran el plantón de sus amores. Pero bueno, no ahondaremos en eso, al final de cuentas es mi amo, y debo de reconocerle el mérito de saber seducir, como lo ha hecho conmigo, porque, aunque no lo crean, y no lo digo porque yo le quiera, él es a pesar de todo una persona amable, en verdad, siempre dice; adelante para ver la película, en medio para hacer pausas dentro de tu blusa, o atrás para no verla. Retomando todo, la mano izquierda que me sostiene, no es capaz de escribir este tipo de cosas que les confiaré a continuación, siempre se cohíbe, es muy penoso, sigue siendo un niño, yo le conozco desde hace muuucho tiempo, y déjenme decirles que no hay ningún cambio en él, sigue aunque lo niegue, con esos ojos de pájaro con los que él me adquirió hace tanto en la tienda de antigüedades cuando era apenas un pequeño reptil. Pero hoy lo vi muy mal al tratar de escribirles esto, no sabía cómo empezar, de hecho, fue hasta gracioso verlo así de estresado, porque para mí, como su cómplice, saber de sus trucos me hace hábil y así ya sé más o menos que es lo que quiere decir, y no peno a la hora de desenvolverme y transcribir exactos sus sentires, pero en este punto, no le había conocido, por eso es que me da gracia verle así, tan indefenso, tan endeble, casi quebradizo diría yo, y miren que es difícil dejar a un Híbrido sin palabras ¡jajá!. Lo conozco demasiado y puedo decir que tanto yo, como la muerte, somos las mujeres más importantes en su vida, sí, así como lo oyen, las más importantes en su vida, a veces siento algo de celos cuando él me cuenta de sus descubrimientos pero, solo un poquito nada más; que la que vuela – ¡ja! ha de ser uno de esos buitres rondando su cadáver ¿fénix? sí cómo no–, que la que mata –otra que se cree de méritos por ser carne carnavalesca e importada ¡a deu beisiño mar do fogo!–, que el espectro – ¡caray! ya me imagino la clase de aparición tan estrafalaria de ésta–, que la cachonda –sin palabras… de lo peor–, que la subversiva –sí, ya se me viene a la mente lo reventada que está–, que la del don poseído – ¿la de qué? –, que las ninfas – ¡jajá! sí… las muy gordas–, que las sirenas
– ¡jajá! sí… las muy ñoñas–, que los quilimbais –sí cómo no, amapolas serán–, que las Lady´s muertes –bueno en sí, esta sí tiene un poco más de derecho, solo lo podrá tener muerto, y menos tarde y más temprano, eso será, pero igual, nada del otro mundo la muy boba– los resplandores etéreos –ésta en lo personal ya me las pagará– en fin como sea… Yo no me sentiría mal si escribiera sus sandeces románticas para guapísimos como REX, o maduritos como Verano, o ya de plano esas erotiquísimas sinfonías hard-core para un potente como Aguirre, pero qué se le hará, le gustan otras cosas o ¿quién sabe? Pero, a veces siento que la única con la que se ha mostrado como lo que es, es conmigo. Yo conocí su ansia de volar en sus primeros años de vida, y lo ayudé a transcribir esa idea durante su crecimiento. Yo lo vi morir tres veces, por su oscuridad abisal innata, por sus demonios proféticos y demenciales, y por el obseso a un sentimiento repugnante que se le fue y le dejó varado bajo la lluvia, como un reptil crédulo e idiota, ¡jajá! lo hubiesen visto, recuerdo que le dije; “¿Qué pasó niño Híbrido, te dejaron bajo la lluvia sin un suspiro? Qué catarsis, la parálisis de tus modos, morbus operandi de ratas sin colas, encima; sin dientes y bajo la lluvia” –recuerdo haberle esa vez yo, ordenarle que escribiera eso, ¡oh fortuna! Es que en ese entonces, la mano izquierda que me sostiene era solo una rata mojada de lágrimas vivas, para sentimientos muertos. A pesar de semejante sonata, y de devastadores finales de poemas elegiacos, yo siempre trato de hacerlo reír para que no se hunda, la satiriasis es una llama viva que le mantiene el escarnio para no fundirse, solo así se podría retener a un Tijuy como él, ¿de qué otra forma? Hay veces en las que sueño con una especie de destino ya escrito para él, y es que el paria ha estado de lo más desdichado en compañía, sueño quizás hasta que yo, que yo también tengo una historia mítica qué contar, y que por eso estamos juntos. Él con su descendencia cósmica, y yo, con mi eternidad mítica, no lo sé, luego le cuento que siento ser un ángel que le resguarda, que le cuida, él solo se ríe, pero esos sueños son constantes de vez en vez. Siempre es lo mismo, sueño que soy encomendada por la Diosa de las Plumas, sí, ¡la Diosa de las plumas! Aquella destellante figura esbelta, de crascito follaje, de épica resonancia, de indeleble sangre, sí, la gran Diosa de las plumas, mezcla de perfección, pérfida composición, orgía de cualidades, anti-musa de musas, aquella quien se dice que nació en seda, gloria en sueños, libertad en vida, alucinación de ojos oblicuos, orgasmo en cuerpo frió, caliente estimulación del punto G sin necesidad de vaselina. Diosa de Diosas, Diosa verdadera de Edén adulterado, engendrada y no creada, de la misma naturaleza en que la insanidad fue hecha antes de todo desvarío. Aquella, la que cuenta la leyenda que poseyó la mano izquierda del primer hombre que soñó y deseó estar más allá, enseñándole la palabra locura, y haciendo que ahí pariera, el primer poeta de la historia. Y que de la mano, ambos, la Diosa de las plumas y la mano izquierda que le sostenía, escribieron la biblia para todo letrista que quisiera llegar a la boca de la luna llamándose poeta, llamándose un ser índigo, llamándose híbrido, y que todos conocieron como; El Quijote. Siempre me imagino a esta diosa diciéndome; “ Muy bien, seréis la eterna compañera de… veámosle, Hoz Léudna… Léudna ¿qué? bueno, de ese, el reptil del Mictlan, un niño híbrido que será en ningún futuro, ¡coño! –porque la Diosa hablaría español, pero obviamente sería en gachupín– conocido como un No Poeta, que daréis hostias y ostias a cuanto saber se le vengáis enfrente. Será Goliardo y será maldito por siempre, por los siglos de los siglos siempre estará como el otro, nunca como vuestro esposo, vuestro novio, vuestro amigo o vuestro confidente, querréis volar el gilipollas pero solo se tendréis que contentaros con el acto carnal a escondidas, de rápido, y del beso entre las sombras. Pero bueno, como los digo, él siempre se ríe y no me hace mucho caso, igual, si no me cree no importa, lo que importa es que se ríe. Y eso le da fuerza, cada que hago eso, o que tiene esas flores en su tumba, algo pasa, se llena de coraje, yo misma lo vi regresar más poderoso y lleno de lujuria, y de cosas igual de injustas que lo de la rata bajo la lluvia y sus oscuridades latentes, igual de injustas e igual de pobres, pero ahora, verlo por esto, por ese estrés, verlo ahí acongojado y sin palabras, desolado por el intento vano de no saber qué decir ¡jajá! que se me chorrea… igual que a él, la tinta de tanta risa –literalmente también, como dice él. Me dijo mi prima hermana segunda, la pluma del pizzero italiano del centro; “¡Es un patán, no sigas sus órdenes, no más sirves para escribirle la receta y quedarse con otras, y al final solo quiere derramarles salsa sobre su queso… ¡peperoni pendejo! sino me crees ¡mírame a mí! ¡mírame! pizzara, yo siempre quise ser batuta de orquesta” Pero la tía abuela paterna, la pluma del carpintero de los suburbios supo comentarme; “Déjalo que mida, que dibuje para que el cuadro salga bien, un hombre que sabe de medidas es aquél que sabe hacer una buena silla, para el más necesitado de tus cansansios” Mi padre, la pluma del doctor en arqueología que se encargaba de esa tienda de antigüedades, nunca me dijo para qué sería mi vida, la verdad, siendo además de arqueólogo, pediatra, a la hora de las recetas para una vida plena, su letra manuscrita es la que menos se entiende. Pero siento que el verle así, danzando de un lado para otro, después de haberse perdido durante más de un año yendo y viniendo de lugares inhóspitos y lejanos, por Sabinales eternos, rutas inciertas y geranios inexistentes y bla bla bla, hoy que por fin se estableció en un lugar, y que está en tranquilidad constante, me doy cuenta que él no es un escritor de oficina, máquina de escribir o pc, no, más bien no es nada, es un vagabundo de libretas y espontaneidad. Y que quede claro, que tanto él como yo, no deliramos a la hora de escribir, ¡no! todo en nosotros siempre es insania. Más me da muchísimo gusto que ahora esté mejor, que esté bajo el cobijo de un techo que le resguarde de todo ese frío y soledad que carga, ahora lo veo caminando de un lado a otro, distraído, y mientras él divaga, yo le ayudo un poquito en esto, no se da cuenta porque está enclaustrado en el deseo por concebir su idea ¿qué tendrá? Pobre, lo he visto en duras situaciones desde siempre, arreando con tan solo su sombra, cantando para nadie, y riendo para poco, y ahora todo ese alarde ¿a dónde se fue? –Cuando hablo me estresa demasiado el silencio, y cuando callo me fastidia demasiado la palabra, en todo caso, mezclando ambos, el silencio y la palabra solo se puede hacer más que un poema; “si no vas a decir algo más bello que el silencio entonces; shhh” –siempre me decía y reíamos mientras yo caminaba de su mano, al lado suyo. He vivido muchas cosas interesantes, en el transcurso de sus ideas cada vez más sucias y cada vez más ilegibles, pero él siempre diciendo que va para delante, siempre alardeando que está en evolución ¡ay pobrecito! ¿Ahora ven porque les digo que aún es un niño? Yo le dije que él es un hombre con un nombre muy fácil de aprender, pero con un apellido difícil de sobre llevar, y él me contestó que; le dolía más el apodo de poeta, que le punzaba como mil espinas y le pesaba como cien cruces en más de tres caídas. Él no tuvo la culpa de haber nacido enfermo pero sostuvo la batuta para terminarlo con un solo disparo, pero falló tres veces. Aunque no ha tenido tiempo, siempre trata de seguir leyéndoles y sabiendo que están aquí, dejando como siempre las tan acostumbradas flores en la tumba de este, su nada humilde sirviente, porque para él, humilde y servidor se le hacen ya de por sí auto citarse como tal; una completa y total hipocresía. –Para empezar hermosa –se dirigía a mí, no a ustedes; fénix, mares, espectros, subversivas, dones, cachondas, quilimbais, muertes y resplandores, a mí, ¡y solo a mí! –siempre he sido de la idea de que alguien que dice ser humilde se lo crea pero no lo es, el hecho de citarse como humilde es airarse con egocentrismo, dicen por ahí; “Por cada virtud que tú te adjudiques, alguien te dirá diez defectos” Además, cuando uno tiene las ganas de ser algo, es darle paso a tener sueños, por eso, si algún día me preguntan eso, que si me lo había imaginado, diré que sí, no por egocéntrico ni por altanero de creerme un García Lorca, no, sino porque tanto eran mis ganas que incluso me dormía pensando en escribir que, soñaba con un triunfo, claro, igual me imaginaría nada más siendo leído, no alabado, solo me imaginaría pasar de las cuartillas de mis cuadernos baratos, a las pancartas de algún evento donde se presente mi poemario… de costo barato. Así que si alguien dice, soy humilde, dale una patada por el culo de mi parte querida –finalizaba. Pero de antemano, todos y cada uno de los que vienen a este panteón, le hacen de cierta forma ilícita, querer con más ansia sodomizar la palabra, y acariciar la idea. Su literatura no relata nada que no se haya pensado antes, pero quizás y sí, y esto sí lo digo yo con altanería, decir lo que a veces no se quiere decir. El Hibridismo de la mano izquierda que me sostiene tiene esa gracia, entre sus blasfemias mezcla la crudeza con la sensibilidad y me es demasiado grato conocer gente como todos ustedes que, sin ser corpóreamente cercanos a él, mi amo, la mano izquierda que me sostiene los tiene más de los que según le rodean y le quieren diariamente y es para mí, la pluma, el arma de mi amo, un gusto inefable saber que siguen aquí. Siempre pensé que él no pasaría de la libreta de viaje, ni de sus discursos etílicos, porque siempre lo sabía cómo perdido, siempre lo encontraba más ansioso por aprender que por vivir, la vida misma es un eterno aprendizaje, me dijo una vez el tío lapicero de mi prima la crayola, quien junto con su amo imparten clase. Él, a pesar de sus vagancias y sus soledades, como sea, todo este tiempo en el que algunos de ustedes le dieron la oportunidad de entrar a sus ojos para penetrarles sus chorros espasmódicos de tinta, para fecundarles la metáfora y hacerles abortar un bastardo movimiento de risa, es para mí, no como artífice, ni como la pluma, sino como un pedacito de su alma, es para mí un grato momento que disfruto. Sí, el poeta escribe para sí mismo, pero él, escribe para sentir el pensamiento de cerca de cada uno de ustedes que sin saberle, ni sonreírle, hasta acá, y lo digo yo, quien soy la que siente el apretón de su mano izquierda conectada a su corazón, hasta acá, se siente su calor humano, ese que él tanto desconoce. Y es por eso que les cuento que me da muchísima gracia verlo así, y quedarse sin palabras, y quizás es porque él sabe que estoy yo para ayudarle cuando a él se le acabe el aliento y el latir, y por eso vengo hoy a decirles lo que quizás él no pueda por su siempre y terco modo de hacer las cosas lo más intensamente posible, y se los diré tal vez y como él lo haría… ¿Cómo será?; “Esto es un agradecimiento dedicado a los que se consideran, que crean que yo les considero una considerable consideración, teniendo en cuenta el considerar lo desconsiderado que soy al considerarlos dentro de mis consideraciones consideranizadas, entonces; ¿se consideran considerables?” No, eso sonó demasiado a él, ¿cómo podría hacerlo? Veamos; “Bien podridos sean todos los que dejaron del lado la esperanza al cruzar por esa caverna hacia esta taberna llena de despojos y escuetos trances. Espero y sean de su agrado estas cópulas prosaicas donde se titilan los deseos óptimos que nos tarareamos en los sueños más próximos al delirio de necromancía. Yo, y mis otros tres yo, solo venimos a escupirles; néctar de mocos oxidados hipermenorectos hematésicos viscerales en nuestras sinfonías; necro-pedo-copro-incestuo-zoofilicas, esperando que con gusto las bacilus putrificus les fecunden el cerebro al grado de que aborten un bastardo movimiento en mueca. ¡Damas y Caballos! ¡Pseudos Señoras y Señueloz! ¡Neófitos de todas las edades! bien podridos sean a mi panteón que tanto espera unas lindas flores sobre la tumba, hasta enterrar el epitafio de no poeta de esta lápida que no se emancipa de mis sienes. Acá, el sátiro mono gangrenoso von venérea; Hoz Léudnadez… les invita a reírse de estos chistes llenos de cochambre. La puta poesía es el desenlace minoro del que se dice apto para desenmascarar lo que se esconde tras el reflejo sin espejo, sin tapujo, pero sí con parental advirsory. La poesía, puta e híbrida, es el último trueque que se le da al estandarte del mitad bestia, de un hombre mitad bestia, de un falso híbrido poeta que vomita intervalos en la injusta y mal vista proclamación de la belleza con lo grotesco, ya bien entendido esto; haced esto (tomen lo que traen en el pantalón por fuera, o muy adentro de la falda... y tiren) en conmemoración mía...” No, menos eso, eso suena demasiado guarro, ¿qué pensarán de mí? No sé cómo hacerlo, pero, que sepan que es esa, la Hoz, leudante y sin pilas como para fungir de vibrador, es esa Hoz, la que recorrió desiertos y partes de la selva, áridas mesetas, praderas muertas y húmedas laderas, la Hoz que durmió en las sierras con su frío, que llegó a penínsulas y costas y a las bahías más festivas, a los litorales mudos, los maizales que lo cobijaron, y los prados donde sollozó. Es la Hoz que vuela y voló, entendiendo que más que geranios y el deliberado suicidio en solitarias rutas… ella, esta Hoz a regresado por esa, por esa puta, que tanto le acechaba y entre sus pasos menos hondos cada vez yacía… Es el motivo del regreso en lujuria del Goliardo Híbrido, del Reptil del Micltan, por esta puta, puta poesía que en tantas fragancias de las flores en su tumba, extrañaban al canto gótico de recia eyaculación… ese que ustedes le dan en cada estadía por el paseo en sus letras venéreas, en su poesía, por ese canto que ustedes le ofrecen por cada saludo, por cada lectura, ese que enloqueció a éste Hombre Mitad bestia. Y que aún en martirizante lejanía, no lo digo yo, su pluma, su eterna compañera, cómplice y amiga, lo dice él… gracias. Gracias a todos aquellos que sin querer o con morbo, vienen y se divierten un rato por este carnaval de pecados, gracias a todos los que hacen posible la masturbación diaria para seguir delirando, para seguir gritando, para seguir alucinando, gracias a todos los que velan el trabajo, con eso dan ganas de seguirse desangrando. Gracias, por haber estado aquí, y por no estar tan cerca, ya que esas letras y esos paseos suyos, ¡ay! a la distancia, hasta le duelen a uno, ahora de cerca y a quemarropa, no me imagino más que de tiro al blanco… gracias por estos años de lecturas y de groserías, y de locuras, y de… bueno, lo que sea que haya pasado. Gracias, de parte de mi amo, la mano izquierda que me sostiene y de parte mía, la pluma, la culpable de tantas de sus tonterías, de tantos de sus reclamos, de demasiadas de sus tropelías, y de demasiados de sus orgasmos, gracias… Por la puta poesía. Amén. Me voy porque parece que va a escribir el final ¡je-je! –siempre se lleva el crédito el muy jodido–, espero pronto venir de nuevo y contarles más cosas que he vivido con ese niño, ahora tengo que irme a dormir, porque él viene con todo. ¡Ahhhhh! la suave caricia de su mano izquierda que suelta esos choques eléctricos, eso significa que de seguro o viene un poema, o va a clavarme en su pecho para dormir en paz entre su sangre, pero no se preocupen, eso es parte de nuestra intimidad… hasta luego, y gracias nuevamente, me despido ya que él viene a escribir algo… – ¡Gracias a todos! Y que tengan un feliz año… Ya nos leeremos pronto, un saludo desde el Mictlán… y gracias por venirme a dejar flores en la tumba, sé que no es mucho ni tampoco es muy expresivo, pero, esto es lo que se me ocurrió, solo este saludo, no es que no tenga más nada qué decir, es solo que no tengo ayuda y tengo qué montármelo solo, pero, gracias y me quito el sombrero de ala ancha fiado para saludarles… pues… ¡salud! –Ya ven que es verdad… esa mano suya siempre y antes de la palmada, mejor la encoge para abrazar la copa ¡ahhh! pero qué le haré, si él está enamorado de mí y yo de él… ¡hasta luego! hozléudnadez
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Fiore Montefuoire
somos los que debemos de agradecerte a ti... por existir y ser Hoz, ser único...
el último Goliardo y el primer Hibridista....
leí la dedicatoria que te pusieron en el diario estatal y no se puede decir menos precioso,
"A HOZ SU MADRE LE DIJO QUE SI SE ENLISTABA DE MILITAR ALGUN DIA SE COMBERTIRIA
EN GENERAL, LE DIJO QUE SI SE VOLVIA MARINO ALGUN DIA SE COMBERTIRIA EN CAPITAN
SI ESTUDIABA MEDICINA ALGUN DIA SE COMBERTIRIA EN UN GRAN DOCTOR, PERO
ÉL DECIDIO SER POETA Y MÍRENLO... SE COMBIRTIO EN HOZ LÉUDNADEZ..."
Fiore Montefuoire
Sin palabras maldito Goliardo, no sé qué decirte desgraciado!!!!
eres un, hay, HIJO DE PUTA!! ¿cómo haces estas cosas?
¿cómo haces que uno se meta tanto en ti y que te sienta?
¡qué maravilla! no te puedo decir más... puffffff!!!!!!
tres orgasmos en una sola sentada carajo! y de seguro tú, todavía ni terminarías
ay!!!!! Precioso niño, ya veo porque eres tan....
increíble guapo!!!