Del libro "Poética de las sombras" - Extraño personaje
Publicado en Jan 11, 2012
EXTRAÑO PERSONAJE
Soy hombre, mujer y hermafrodita aunque prefiero los cuerpos femeninos; me asocian con potencias infernales porque tengo relaciones con Satán, quien apoya mis actos sin tardanza por medio de algún colega suyo que sea digno de llamarse cómplice. Laboro para ángeles y santos pudiendo castigar almas perversas que intentan huir del que agoniza sin el permiso de la eternidad. Me asocio igual con el Dios único en pactos de mutua conveniencia que no tengan efectos permanentes ni desdoren mi talante demoníaco. La función principal que realizo es la búsqueda de más conocimiento, que perfecciono rechazando el "Bien", y amando ese otro que bautizan "Mal". Exalto el estudio y la investigación como hacen los científicos y artistas alejados de catervas y alborotos que propugnan torturas y desastres. Cuando acudo a creencias populares trato de incrustarme entre sus cúpulas para ejercer desde allí mi autoridad, aunque busco saberes más profundos que las simples verdades pregonadas por heraldos de dudosa honestidad. Para evitar la desazón que me atosiga cual pócima ingerida a contrapelo, pongo en boca de ciertos animales idiomas olvidados como el vetusto latín, o pétreos y rudos como el abstruso alemán, lo mismo que otros de duro aprendizaje según dicen expertos en etimologías. Me abro paso en a vida... y en la muerte con hechizos y demás encantamientos para seres de ultratumba que se agitan como enjambre de murciélagos voraces en noches de tiniebla y soledad. Igual que al fabricante de armamentos no se le hace responsable del producto, tampoco permito que me impugnen las secuelas de mis lóbregas andanzas. Me enorgullezco de ser autodidacta, y la conquista de títulos y honores no avivan mis neuronas ni mi sangre, porque apoyo mi vida en otras leyes descubiertas bajo fuentes ancestrales donde nace y madura la naturaleza. Acepto discípulos vivientes ansiosos de iniciarse en el oficio, sumiéndolos en un profundo sueño dentro del cual reciben instrucciones que ya no quieren olvidar jamás. Los que aceptan mis ofertas tentadoras conquistan la belleza como gracia y un atractivo sexual tan poderoso que los hace inagotables chichisbeos, aunque no deben engendrar familia por mi odio a preservar la especie. Otro incentivo que prometo a inteligentes y leales seguidores de mi ciencia y mis actos demoníacos, es una vida prolongada y sana en medio de riquezas materiales que siempre logran superar el siglo. Jamás dicto mis tareas por escrito y sólo me acompañan las palabras, porque calan hondo y dejan huella en aquellos intelectos no alterados por los falsos salvadores de la Tierra. Una sola condición exijo a quienes dono mis conocimientos: Que cuando llegue la temida hora de la muerte ceñuda y despiadada, cedan el alma sin protesta alguna al supremo Señor de las tinieblas, quien diligente la pondrá en su sitio convertida en un monstruoso sapo, lombriz de aspecto repugnante y feo u otra forma de apariencia humana. Cuando acuciosos los perseguidores intentan combatir mis enseñanzas, desaparezco sin dejarles rastro ocultándome sin más ante su vista en el gélido submundo de la noche, mientras trato de llenar con eficiencia la vacante que ocupé por largo tiempo, seleccionando fantasmas deseosos de trasmitir, como yo, los fundamentos del antiguo saber a muertos jóvenes ansiosos de adquirir conocimiento.
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ana reyes
Verano Brisas
MAVAL
este ser no me gustó para nada...
el es quien tiene parte y ya veo la brinda ,de todo lo mal que se propaga por la Tierra....
saludos!
Verano Brisas