Del libro "Poética de las sombras" - El hijastro de la noche
Publicado en Jan 13, 2012
EL HIJASTRO DE LA NOCHE
Aparezco cuando las sombras llegan a cubrir con sus alas de lechuza el humano cansancio de la Tierra. Me siguen criaturas que se arrastran, vuelan o saltan hasta oír cantar el gallo que anuncia con ritmo familiar la salida del Sol nuestro enemigo. Me llaman con distintos nombres: Vampiro gusano y hombre lobo, fantasma o hijastro de la noche; miembro de una gran familia de almas atormentadas, sueño con volver al escenario de mi perdida humanidad. Dispararme balas plateadas, colgar ajos detrás de las ventanas o exorcizarme a través de crucifijos, podrá servir para cerebros blandos no para mí que soy inmune a supersticiones y desmanes. Los que se pierden en la oscuridad mientras van dominados por el miedo no tienen cómo escapar, ya que suelo alcanzar a los que huyen medrosos de mi ferocidad. No existe ataúd bastante fuerte ni lápida ni tierra tan pesadas que puedan encerrarme en un espacio incompatible con mis actividades. Envidio el calor que reconforta y añoro la sangre entre las venas, el amor y la alegría que hace tiempo abandoné. Entre la eternidad y la desesperación encuentro un deleite pasajero entrando en las personas que me ofrecen un poco de su cálida sustancia. Al ingerir nutrientes apropiados presento un aspecto fresco y sano, no desagradable ante los ojos de aquellos que me observan alelados, y me torno atractivo hasta tal punto que ningún buscador de visitantes rechaza conducirme hacia su casa. Salgo como un muerto viviente haciendo temblar los desdichados en horas que trascurren ya sin Sol; deambulo silencioso y sin descanso a través del tranquilo vecindario, y apenas permito que me miren las personas que creo convenientes. ¿Han escuchado alguna vez ese perro que aúlla por las noches? No les quepa duda que su aullido es mi voz de miembro itinerante por las frías regiones de ultratumba.
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cristian percy chuquimango saucedo
mientras van dominados por el miedo
no tienen cómo escapar,
ya que suelo alcanzar a los que huyen
medrosos de mi ferocidad.
ingenio genuino de un gran escritor, felicitaciones...amigo mío
W ART IN
a supersticiones y desmanes...
Pero a veces guardo alguna
estampita de la virgen (Pocas
quedan) solo por si las moscas.
Un poema que demuestra un
buen manejo de imagenes y
vocabulario, nada novedoso,
pues a tu edad (no lo tomes
a mal) sabes como buscar el
camino con los recursos
necesarios...
Saludos W ART IN.
Verano Brisas