Mnologo de Igor bajo la lluvia.
Publicado en Jan 23, 2012
Fragmento de: En la sombra de una entrepierna Gris, el pálido reflejo de mi rostro en los charcos es maltratado por las gotas de lluvia que sin clemencia ataca el asfalto, gotas que cómo locos kamikazes deciden morir en una tarde oscura, en un día sombrío y lúgubre, en un día de esos en los que ansío salir a buscar mi sonrisa entre la muchedumbre que se exilia en las aceras esperando a que cese la lluvia… Llueve intensamente y el tiempo parece detenerse en las calles, el agua corre sin prisa arrasando consigo basura y mierda de perro, muriendo en las alcantarillas mientras todos esos hijos de puta sólo piensan en escamparse para después seguir consumiendo, seguir destruyendo y parasitando… Viviendo sin razón alguna, dilatando su muerte o viviendo como simples cadáveres articulados esclavos del sistema, zombis de la política, la religión y la televisión… Camino las calles de Noiseland por ultima vez, con mi ropa empapada, con mis manos en los bolsillos, camino aquellas calles que ahora detesto más de lo que solía hacerlo, camino mientras evito pensar en el escozor que me causa saber que algún día tendré que volver a ellas cómo un desquiciado espíritu errante que en busca de paz recoge sus pasos… Siento el frío que se me cuela por el culo, recorre mi cuerpo y vuelve hasta mi sexo, donde muere como una estúpida sensación de miedo, el cielo desata su furia, un destello ilumina el firmamento y luego como el furioso rugido de un león hambriento hace que la humanidad dirija sus plegarias hacia algún dios, “El mismo dios por el que día a día unos se hacen más ricos y otros son dominados” Quisiese matarles a todos, adornar con su sangre el asfalto mientras la lluvia la arrastra hasta la cañería, ¡Podría convertir a Noiseland en una carnicería! ¡En un violento espectáculo, en un macabro teatro donde los transeúntes serían expectores, serían mis actores y la lluvia mi cósmico escenario! Después, dirigiría mis plegarias a ese tal dios, buscaría un juicio Colombiano en el que pediría la absolución a mis pecados, tal vez en 4 o 5 años salga libre ¡No sería nada nuevo en este país! 1, 2, 3, 4,5 y 6… ¡Debí tener más balas! ¡Aun no deja de llover! Igor Petrov.... Veneno.
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Camilo Henao