Camina!
Publicado en Feb 04, 2012
Era un lunes por la mañana...
El sargento pregonó: ¡Rectos!, ¡Firmes!, ¡En posición! Y por tal reclamación de aquella llamada de atención... El ojo vio, el oído escucho, la nariz olfateó, la boca gustó, y la piel sintió. Inmóviles y hartos de lo mismo, confiando en sus aliados, conspiraron contra el malvado causante de su desagrado. Pidieron ayuda a los exiliados, cuya madre crió vanidosos. De repente, las grises se marcharon, el amarillo se ensancho, los verdes comenzaron a danzar, el viento sopló y el agua se le aferró. El sargento bendecido por sensatez desde la concepción, haciendo valer su honradez comprendió su rendición. No sin antes retirarse, ordenó a los pies, uno a uno apartarse. Entonces, en conjunción, se acordó que... La música se observara, que el paisaje se escuchara, que el aroma de de la briza gustara, que la piel respirara, y que el sabor de la vida se sintiera. Un paso más adelante, de buena gana, y con una sonrisa dibujada, Di inicio... a mi jornada...
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|