Lobo Lejano. DE LAS MALAS INFLUENCIAS; Gnstica & Gstrica.-
Publicado en Feb 07, 2012
¿Que no te recuerdo?
¿Que no te guardo dulce memoria? ¿Pero cómo no acordarme de ti?; si eres la misma alma que marca tendencia la in-manipulable musa con identidad única aquella, la del vestido y sinceridad luego aquella vampira imparable o la loba codiciosa inmune ante la plata después la de la paz y el amor con sus vestimentas de otros mundos reina de pies desnudos en los picnics de pollas sin condón heredera de la comezón venérea y el viaje astral de la facilidad sodomita con sintéticos en la copa. ¿Cómo olvidarme de ti?; si provienes del poemario de algún tarado al que le irritaste los labios por tanto apellido mamado que llevabas colgando de los tuyos en forma de fuego –sí, tú, la que deja a poetas por patinetos. Sí; eres aquella que denuncia ser la lágrima del zíper de todo adolescente adicto en un fin de semana en las casas sin padres con camas solas y libres de pago pero eres también la que anuncia vitalicio el amor exigiendo gafetes en las recámaras para recordar los nombres si quiera para que adornen el apellido que es pecado. ¿Qué más quieres que te diga?; ¡insoportable goteo en la sien! ¡ama en el agudo berrinche del pataleo al suelo y con el respectivo felatio capricho sobre la proa y la insaciable hambre entre las popas! –digo, si es que una boca como la tuya y unos glúteos como los tuyos llegasen a ser navíos. ¿Qué más quieres que te diga? Sí; eres la gótica despótica electrónica pródiga visionaria del arte y detractora de la música falsa porque tú; eres impulsora del verdadero dote sinfónico de las escalas y de los tribales que eructa una consola entre los estribillos de sus circuitos orquestales creados por un solo botón ¿verdad?; biógrafa de las estrellas y coleccionista de deidades en tiendas, de esas tiendas que huelen a incienso en las plazas de comercio de las altas clases sociales ¿qué no? Sí; descendiente del gordo Buda y hermana de un elefante de infinitos brazos vaca segregada por tanto código de barra y ropa de marca – ¿sagrada? – ¡sagrada tu codicia mundana y tu hipnotizar de pechos ausentes pero de caderas vistosas! “vegetariana” de dildos de pasto en pan integral y coños de soya. ¿Qué más se me viene a la mente?; ¡no sé tanto de dramas mujer! pero recuerdo tu sí, desmemoriado paso sin cautela al prudente mirar y la cascada de bilis en mi pecho por la insuficiencia del encéfalo dormido en tu actuar deficiente y fastidioso. Sí; ¿cómo olvidarme de todo? tengo marcadas cada una de las huellas de tu indiferencia y sé de quienes son todas las que parten en tu vientre y piernas como planicie, porque eras como el atajo de tierra, marcada de arriba y más de abajo, donde todos pasan sin pagar el peaje de formalizar algo. Sí; la humilde pitonisa que te pide hincarte y besarle el dedo gordo de la que no eres merecedor en ponerle un poema para cubrirle el charco de lodo en su andar porque te patea el sentimiento escrito con sus pies que no respetan un hormiguero o la danza trágica de cualquier cucaracha. Sí; la que no sabe que gasta más chií fingiendo los orgasmos que dando una moneda. Sí; inconfundible mariposa flexible con el tacto de ingles divino y con la perseverancia del codiciar el precio sobre el dominio público de tus labios más escondidos con los que te yergues como la diosa gnóstica más imponente del gremio con todos tus santos que levitan y con todas las máximas escurriéndote en los poros. Sí; orgullosa de tus heraldos porque te crees la más ingrávida sobre los eneros montada en tus cabras zodiacales predicando en la pintura en la fotografía en los consorcios de cultura que te creas y son solo sucios arrabales en la facultad en las calles con filosofía yendo a las fiestas raves con faldas largas y cerebro corto. ¿Cómo olvidarte si te conozco? si sé que nunca contemplaste una idea camaleón que absorbe el polen de nuestras flores de nuestras almas y nos impides tenerte real, tenerte sin reclamos. Como llegué a odiar el declive de tu mirada ese de que según tú solo has sido destinada a caballeros templarios circundados y de buena estrella. Sí; la del chacra de tripas y vísceras con decisiones idealistas estomacales no sé que me afectó más y que fue peor haberte sentido muy dentro o que hayas tirado por los suelos la gracia de Samael Aum Ueor sin si quiera haberle leído y comprendido sus delirios alucinantes. ¿Cómo olvidarme de ti?; si cada que te recuerdo se me regresa la comida y las imágenes en que el estrés estremecía mis muros por tanto ácido de tu cuello sin azúcar de tus mañanas sin ahíncos y de tus tardes de películas sin manoseos y de las pláticas absurdas y de las noches gástricas tan gástricas como cuando te rogaba un beso. Qué bueno que no te conocí ya al final de lo nuestro; el sexo hubiese sido horrible abrir una ventana velluda hacía un árido desierto.
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Mara Ester Rinaldi
Se me escapó este texto, lobolejano deja sus huellas,
es increíble como marca su presencia
su aullido acorta distancias, es como
letal veneno o vino que embriaga de a poco...
Y tú, Hoz...ese decir, esos versos que
encierran metáforas multiples y locas
pero enraizadas en tu savia de
inagotable poesía, qué alma gigante
habita tu cuerpo, poeta.
Verano Brisas
Hoz Leudnadez
qué buen musical que era... salud Lobo!
LOBOLEJANO
PD: Republicaré Alicia para que su sombra corra a visitarte.
Un gran abrazo amigo