Tierra
Publicado en Jul 20, 2009
Jardín de percepciones
plaza de amor discreta. Entre las apariencias y las vetas del tiempo trabajaremos juntos la tierra enamorada. De repente este tazón se vuelve enjambre de libélulas. Colocamos semillas. Traémos un pilón de soles amarrados: Los pondremos adentro de un volcán ventiscoso que sin querer hicimos y su lava será erupción de esperanzas. Te pagaré el jornal con un lienzo de barro y un cinturón de arcilla y canela. En la resudación, mi querer está puesto ...Y tu querer, dispuesto. Te llamo, me llamas. Contestas, contesto. Corremos debajo de una fija arboleda. Oímos el desliz de sus hojas: Levantada verbena. Y bajo el ruido franco comemos de una vajilla verde frutos y epicentros... Y entendemos que la tierra nos pide que nos queramos. Nos amamos con el SI, el NO y los latidos. No nos hacemos daño: Amamos sin quejarnos. Un frágil acero se hace desde el fondo de nosotros. Aceptas beber lo diáfano de mis labios y tu antojo se calma. Eres idílica mujer: Placer que invoco ya y después. En esta tierra mística mi pecho es parte de tu pecho: Se quedará siempre en ti sin volverse a otra luz. Y entre las raíces nudosas aspiro el fragor que exhalas al vivir. Tu aliento es una fragancia mística que nos envuelve el ser, que nos completa si nos hace falta algo. Aunque nada nos falta.
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