EL TREN DE LAS SIETE.
Publicado en Mar 12, 2012
Era la hora del desgano, tu boca dejaba silencios
en la servilleta de papel... Jugabas con el cenicero mientras el humo del tabaco dibujaba extraños signos en tu pelo oscuro. Indiferente a todo, mirabas la tarde que desvestía de luces la calle solitaria. No quise interrumpir tu letargo, no tenía sentido. -Hace frìo, murmurè por lo bajo, debo irme.- Recogì mis cosas y servì el ùltimo café. No fuè necesario una sentencia, no hubo alegatos... el tren de las siete anunciaba el final. El ocaso amortajaba su olor entre los pinos y un perro aullaba a lo lejos. Sentì tu mirada en la espalda, vacìa de sensaciones. Me fuì sin volver el rostro. Me llevè las làgrimas... ¿para què mas?
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daih
Sin mas que decir, me voy con este fragmento cinematográfico de sensaciones.
Abrazos y besos
Mara Ester Rinaldi
Abrazos con mucho, mucho amor!!
Te quiero.
daih
El...vi...ra
Bella poesía.
Saludos.
Mara Ester Rinaldi
Gracias por estar presente en estos versos.
Abrazos y besos!
LAPIZ ESCRIBE
Mara Ester Rinaldi
Cuìdate, amigo.