-Tenemos un problema con la Guardia Suiza Santo Padre.
-¿Cual es problema?
-La mitad son mujeres. Anoche lo descubrió el Cardenal Gabbiani.
 El Santo Padre reflexionó unos instantes y luego ordenó:
-Opérenlas.
La mañana siguiente en los bajos de la Santa Sede, donde se encontraban los quirófanos, se procedió a cambiar de sexo a la mitad de miembros de la Guardia Suiza.
En su primera revista el Santo Padre observó los paquetes que marcaban sus guardianes enfilados y dijo con tono satisfactorio: Muy bien. Todo en orden.