De otoño a primavera.
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A ti inteligente caballero, que haz llegado a golpear las puertas de mi vida, cerradas hasta hoy a las emociones y a los quereres, con miles de preguntas que el miedo me impide responder pero que comprendo y me satisfacen es a quien le pregunto... ¿Por qué creas una muralla que te defienda de los sentimientos, y escondes tus respuestas detrás de las palabras, soledad, vejez, falta de tiempo? Si no existe edad, ni espacios que impidan sentir.
Cuándo te miro veo imperceptibles gestos que reconozco, tú mano recorriendo tú cara, tú casi sonrisa, o el leve gesto de la comisura de tus labios que quizás es ironía , incredulidad o...¡no sé que es! pero me gusta ese gesto, estas alli vivo mostrando igual que yo ese buscarnos, ese querer saber cada dia cosas de nuestro pasado, y deseo sea porque queremos tener un futuro, que según tú manera de pensar seria...¡ fugaz caída a un precipicio! cuyo fondo seria una hoguera voraz por nuestra apasionada manera de ser, dos seres de fértil imaginación y sentires, pero eso si ¡fugaz! Como la cola de un cometa cuando cruzando el cielo deja una brillante estela, que muchos desean alcanzar y retener.
Replico esa idea, no creo nadie que sea así pueda vivir y olvidar, "no lo creo ni lo acepto"
¿Sabes por qué? Por qué luego de desencadenar los hechos estos te llevan a buscar cada dia y cada cosa con la mente cerrada al razonamiento, porque así son los sentimientos te arrastran en sucesión de hechos y te anudan a la vida del otro sin que sepas quien eres o quieres, solo necesitas ser parte del otro y si fuera posible ser "él otro" fundirte en su alma, en su piel y pernoctar alli por siempre.
Me asusta esto, es algo llegado a mi sin aviso y también sin permiso para soñar... ¡que sí es posible! que podemos y debemos darnos otra oportunidad, sin edades por medio, sin recuerdos, sin nada que nos ate al pasado o al futuro, solo vivir este presente, un presente que llegó y será como nosotros logremos construirlo, sin miedos ni tabúes, con verdades, sin mentiras, con la comprensión y la confianza de dos seres que están en el otoño de sus vidas, pero que tienen la oportunidad de hacer de ello una feliz primavera.


 
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