"La modernidad es el proyecto de       
                                                         reducir a la razón todas las esferas
                                                         de la realidad y realizar la libertad   
                                                         de la subjetividad".
Habermas
 
MODERNIDAD Y POSMODERNIDAD
Al observar desde este espacio y tiempo los aconteceres de épocas pasadas, que bien nos presentan los libros y manuscritos hallados, se encuentran aquellos seres humanos que fueron centro de controversias por sus hipótesis y teorías, seres inquietos que posibilitaron a sus congéneres, sus ojos; ya que estos se convirtieron en los lentes de aquellos que menguada su vista por dogmas de ciencia y religión, sufrían de una miopía impuesta por sus credos; entre esos seres valerosos se encuentran Copérnico y Galileo Galilei, quienes con sus ideas y descubrimientos ocasionaron un cataclismo en el que temblaron los dirigentes políticos y religiosos, cuyo poder tenía como base la ignorancia de la gente. Al mirar a través de esos lentes  el ser humano tuvo la grandiosa oportunidad de corregir su miopía, así sucedieron transformaciones que llevaron a un renacer. La elección del hombre por una confesión religiosa no estaba supeditada, ya, tan solo a la espera de recibir como herencia por sus buenas acciones ese tan mencionado cielo, no, ahora este lugar de los herederos se había hecho visible y se había tornado ante ellos, en lo que realmente era: el firmamento y tras él billones de estrellas.
A partir de lo anterior se puede inferir:   si una ‘‘verdad'' que parecía ser absoluta da un giro de ciento ochenta grados; las reflexiones, si es que se dan cuando se tiene certeza de esa verdad, deben variar, deben dar un giro; este no se da de manera exclusiva en la ciencia, muy por el contrario, es causa del verdadero y más importante giro: "El lingüístico", término que acuña Austin Berman, pues con él realmente se podía comenzar a hablar de un cambio en la forma de pensar.
 Este giro lingüístico: parte del paradigma de la conciencia hasta llegar al paradigma del lenguaje. ‘‘Abandonar el proyecto de una filosofía social del conocimiento para adentrarse en la corriente pragmática de la filosofía del lenguaje es lo que se ha considerado como el Giro Lingüístico de la sociología de Habermas''1.
Deben destacarse varios elementos acerca del lenguaje que han quedado en nuestra memoria y que mejor aún deben ser incorporados a nuestro léxico.  Aunque se recuerda que ‘‘se cambia más fácil de ideas que de léxico''.
El lenguaje no es neutral, en el confluyen los léxicos y la gramática, que nos prefiguran nuestras construcciones de  mundo.   A
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1HABERMAS, Jugen.  El giro lingüístico de la sociología y la teoría consensual de la verdad.  En: Revista filosófica.  No. 3 -2006
través del lenguaje nos relacionamos con el mundo y de esta interacción comunicativa, que es rica en resonancias semánticas, surgen nuestras concepciones de éste; sin olvidar, evidente es, que el mismo lenguaje a través del léxico y la gramática condicionan la reflexión. 
De ello ‘‘...derivan múltiples consecuencias.  No sólo se colocan en entredicho conceptos como los de ‘‘realidad'', ‘‘historia universal'' y hombre normal por medio de los cuales habíamos idealizado, estilizado, y en última instancia, simplificado la existencia, sino que, además, se reivindica la creación continua de significado y sentido a través de los recursos literarios, creación continua sin la cual no sería posible la diversidad de léxicos para dar cuenta de la complejidad inaudita de la existencia''2
En conclusión el léxico que usas es la verdadera evidencia de tus estructuras mentales, de tu ideología.  Esto permite evocar una sentencia muy conocida: La coherencia entre el pensar y el hacer. Sentencia que se evidencia en el texto de Max Weber que titula: "La ética protestante y el espíritu del capitalismo", Donde presenta el resultado de una investigación que pretende evidenciar cómo obraron las características confesionales sobre la ascensión del capitalismo. Aquí aparece la reforma Luterana que se inició en 1517 con la publicación de sus 95 tesis como uno de los elementos que impulsaron el capitalismo y la industria, ya que muchos protestantes ven en lo que antes era demoniaco, una bendición de su Dios por medio de la acumulación de dinero.
La Revolución industrial y la Revolución francesa, conforman el vehículo en el que se transportaran quienes emprenden su viaje por los caminos de  "La modernidad". La ciencia, la tecnología y lo que ofrece la nación francesa van dejando atrás lo premoderno. "Aves sin nido", novela decimonónica escrita por Clorinda Matto de Turner, es un buen ejemplo de ese trasegar; donde todos vuelcan sus ojos y corazón hacia Lima (Capital del Perú, como símbolo de lo urbano, de la industria que les permitirá tener mejores niveles de vida. Los que pueden se suben al tren que les permitirá dejar atrás el poblado de Kíllac.   
Uno de los principios fundamentales de la industria moderna,  que todos buscan, es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. La transformación es la esencia permanente de la modernidad.
La Modernidad trae consigo un programa que se soporta en tres pilares salidos de la Revolución francesa:   ‘‘La igualdad, la fraternidad y la libertad''; ideas expuestas por Voltaire, Rousseau y Montesquieu.
                Saúl Yurkievich afirma:
‘‘... La concepción de esta ‘‘Modernidad'' está fundada sobre la ciencia materialista, la razón laica y el progreso histórico.  Los ilustrados comienzan a considerar la historia como movimiento regido por una modificación permanente, ora gradual ora radical, supeditado a crisis periódicas que posibilitan su perpetuo avance.  Ellos introducen el concepto de progreso tal como aún lo concebimos, como continuo perfeccionamiento de la condición humana''3
El perfeccionamiento que busca el ser humano y que  cree obtener en ese momento de la historia, el hombre lo atribuye a sus propias fuerzas y méritos; quitando así todo  crédito concedido antes a la gracia divina.   Así   inicia una querella con la tradición, que más tarde se denominará ‘‘antiqui y moderni''3. Esta ‘‘Modernidad'', presenta  la ruptura entre lo antiguo, (la tradición) y lo moderno, esto  implica que lo moderno es mejor, porque se entiende como racional y permite establecer novedosas propuestas estéticas y hasta proyectos científicos, es decir, racionales, de reforma (social, política, tecnológica,...), que desembocan según el Doctor Fernando Cruz Kromfly, en el siguiente axioma: mejoramiento moral, para toda la humanidad.
En el siglo XVIII y XIX nadie dudaba que hubiera progreso material y moral. Teniendo presente, este, como un mejoramiento ascendente continuo en el tiempo. Pero considerado algunos acontecimientos dados el siglo XX y a más de 200 años de la revolución industrial el hombre hoy se pregunta por qué la ciencia y la tecnología no llevaron a la humanidad a superar sus conflictos: dos guerras mundiales y el nacimiento del el holocausto, (exterminación por etnia, religión o discapacidad)  lo corrobora. Los líderes más inmorales y faltos de principios gobiernan el planeta, se generalizan, legalizan y justifican las masacres, se destruye el planeta, se invierte toda la riqueza producida en armas cada vez más mortíferas.
      El axioma del sujeto centrado en la razón también entró en crisis, así también entra en crisis la idea del progreso moral acumulativo, porque cada que nace un niño hay que volver a empezar.
Así se derrumba el axioma del progreso moral y de otros, como: el  arte como medio humanizador del hombre, ya que se ha verificado que muchos de los líderes, que ultrajaron y masacraron por etnia, religión y discapacidad durante el genocidio, eran conocedores del arte; torturaban mientras escuchaban la quinta sinfonía de  Beethoven.
Es  importante observar otros aspectos de la modernidad entre los que ocupa un lugar importante la literatura: Las nuevas propuestas estéticas, que emergen de lo ‘‘Moderno'', ya que son una muestra de la  originalidad de quienes les proponen y son la antesala de lo que será la ‘‘Vanguardia''. 
En la literatura llega Baudelaire a romper con la tradición a través de su propuesta estética, con la que deja atrás el concepto tradicional de belleza, pues ve en lo que antes generaba repulsión, asco y miedo; lo bello.
Como Baudelaire, José Martí, Leopoldo Lugones José Asunción Silva (sirvió de puente entre el romanticismo y el modernismo), Rubén Darío, Manuel Gutiérrez Nájera, entre otros; lograron extraerlo todo de sí, y plasmarlo en cada obra.   De esta manera   ‘‘...Desgravada de finalidad ajena, exenta de utilidad pública, dispensada del por qué y del para qué, la obra artística y literaria accede a mundos de inesperada riqueza''4.
 
 Mundos a los que  los escritores conducen a  los lectores, y donde estos  encuentran  paisajes (tierras vírgenes),  ciudades e interiores.  Esta prosopografía y el detallismo (en las descripciones, reminiscencias y en la narración pormenorizada de los hechos que vive el personaje y de sus sensaciones) presente en estas obras, son algunas de las características de la Modernidad. 
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4Ibid. P. 21
Otra de las características de esta tan mencionada Modernidad  está  en la mímesis de lo costumbrista,  apréciese ello en las imágenes proyectadas en los escritos de ese momento de la literatura.
‘‘Este recurso literario de poner de relieve el mundo circunstancial es un signo de modernidad. El procedimiento característico de la mímesis costumbrista constituye, a comienzos de la época moderna, una ruptura con la literatura de la época clásica y barroca. La justificación de la literatura sigue dentro de la tradición moral, pero ya no es una moral trascendente; ahora se trata de una moral limitada a las circunstancias sociales de una realidad secular que aparece como una representación ideológica moderna. Por ello, el concepto estético de costumbres, aparece en la literatura moderna en un sentido social propio, distinto, por lo tanto, de la conceptuación clásica de los filósofos y escritores moralistas''5. 
Literatura de «lo que pasa entre nosotros». La Modernidad del costumbrismo.
Otro componente entre los múltiples que aparecen en ella,  se halla en ‘‘la intuición'' como representación de un espacio y tiempo.  He aquí donde lo onírico se hace presente: 
‘‘El sueño como género literario
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 5http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/scclit/
Los sueños verdaderos, los que al despertar pueden ser contados, tienen un estilo. La retórica del sueño ha ofrecido a la literatura, desde antiguo, el recurso de hacer del sueño escenario narrativo, dejando a la inventio libertad expresiva. Quizá sea éste el último gran momento literario que lo planteará como modalidad de la expositio.  Forma elíptica para el relato breve, lo onírico se conforma en una red de asociaciones, libre de los lazos de una trama organizada en la lógica de las acciones''6.
Aparece de esta manera lo Moderno como un hijo de la Modernidad, en donde el sueño surge de la naturaleza en la más completa libertad.  Donde ese onirismo es una manifestación de la psique.  De lo anterior se puede inferir:   Si los sueños no son iguales, los senderos por los que transitan estos escritores son a la vez distintos y por tanto sus propuestas ya no se quedan exclusivamente en lo estético sino que llegan a lo fantástico.
               ‘‘Contar lo que se sueña es, de alguna manera, un modo de                                                                         dominar  el universo, lo contradictorio del destino, lo conflictivo de las relaciones del mundo; es forjar con la fantasía imágenes, delicadas o monstruosas, que despliegan una posibilidad de libertad''7.
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6 AISPI. De la rèverie a la alucinación. El sueño en la modernidad literaria hispa
7Yurkievich, Saúl.  La Movediza Modernidad. Madrid. Taurus, 1986 P. 23
El sueño es pues aquella fantasía narrada, donde se manifiestan las pulsiones de vida y muerte, aquellas que emergen de la psiquis, y que son tan mencionadas por  psicoanalistas como Sigmund Freud y Eric From.
‘‘Frente al abuso de realismo y de racionalismo, el sueño resulta el recurso por excelencia  para restablecer  lo ignoto, lo enigmático, lo pulsional, lo libidinal, para recobrar la pujanza íntima, para satisfacer todos los reclamos de la subjetividad''6.
Otros elementos propios del Modernismo, a considerar, son:
                          ‘‘El rechazo a la realidad cotidiana, ante  la cual el escritor puede         huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo)''8
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8 ARIAS, Albeiro. Influencia de la Modernidad en la literatura colombiana. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/scclit/
El simbolismo otro elemento a destacar porque con él se le adjudica personalidad a las creaciones, en este caso a los poemas,  y a la forma de su construcción.  Es así como prospera el verso libre, donde prima el ritmo y por tanto la musicalidad.  Las innovaciones de los poetas más que métricas son sintácticas, gráficas,  rítmicas  y fonemáticas.
Se pueden apreciar las diversas características propias de la Modernidad y los componentes que la constituyen de acuerdo al ritmo histórico de cada pueblo.  
Lo Moderno y lo Posmoderno, son las fases y formas de esta Modernidad que se justifican en el trasegar de este momento literario  y donde los estudiosos del tema  presentan dos posturas en relación al tiempo:   la primera,  la más restrictiva, lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y 1915; la segunda, la más amplia, considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
‘‘Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo''9.
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9Ibid. P. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/scclit
No es fácil definir la Modernidad, ‘‘la temporalidad en ejercicio, en tanto experiencia epocal que acaece y acontece en el sujeto, en su transcurso personal atravesado por el tiempo de todos''.
 He aquí la Movediza Modernidad apegada al concepto de sujeto, y como tal una peregrina en el espacio y el tiempo. 
     
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA
Yurkievich, Saúl. La Movediza Modernidad.  Madrid. Taurus, 1986
ARIAS, Albeiro. Influencia de la Modernidad en la literatura colombiana. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/scclit/
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/scclit/
AISPI. De la rèverie a la alucinación. El sueño en la modernidad literaria his
HABERMAS, Jugen.  El giro lingüístico de la sociología y la teoría consensual de la verdad.  En:  Revista filosófica.  No. 3 -2006
NUSSBAUM, Martha.  Forma y contenido, filosofía y literatura.   En: Revista de Estudios de filosofía de la Universidad de Antioquia.  No. 11-1995
SERNA ARANGO, Julián.   Literatura y giro lingüístico: Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 2004. pp. 174.