Antimateria
Publicado en Apr 03, 2012
El más siniestro de los ciegos, con los ojos repletos de dicha en el florecer de una nueva fe con la efe de la fantasía y de lo fantástico, la misma de esos festivales a los que irían a besarse afrancesadamente, la de una felicidad que refulgía ante esos ojos de bambi homicida que lo miraban tan así, sólo atinó a decir "por dios". Y un negro flash de antimateria se lo llevó todo. Se deshizo la luz y un dejavú en reversa me demuestra ante rabillos de ojos mirándose por retrovisores. ¿Hubo un interrogativo -¿mmh?- o eso sólo le pareció a él? Lo cierto es que puso stop al ipod y pidió prestada la voz a quien hubiera aullado en el auricular caído. Así, mal emuló a Luis, aullando el final de "Barro tal vez", pretendiendo justificar, loco kamikaze, lo ya dicho y todo lo tonto por decir. Ahora amenazaba con demoler el entero edificio a suspiros. -jajaja. -en serio, último momento: Cuatro plantas arden en llamas. atribuyen el atentado a Al Quaeda... Y sólo porque el aroma perfecto ya le había chiflado el moño, oh feromona: dichosa droga, no supo hacer del silencio su único aliado. Y se tuvo que largar, nomás, a perorar... a decir que, de ahora en más, soñaría despierto y sólo con ella... y tuvo que empezar con eso de la explosión de un corazón en tonta taquicardia, que ya aturdía al resonar como tren de carga... Crótalo suave y etéreo, tomó el mando al auscultarlo invisiblemente. Y dijo: -mentira: no se escucha nada. Entonces se oyó al Siniestro confesar, a media voz, sí, pero con las glándulas de Nabokov a todo vapor: -te amo. -¿qué? Resonó una sirena en la negrura. Fantasmal certeza de aullido cavernario en aquella oscuridad; resonó el clamor con que se sembraba la duda. ¿acaso se creía que encontraría un consuelo para las lágrimas que se estaba cargando a crédito? -shhh, ¡eso no se dice, tonto!.. El Siniestro casi la interrumpe para afirmar: -esto es pura fe. Desarmada y pegando un beato cachete al diestro pectoral continuó con su santa inquisición: -¿pero fe a qué? -a un futuro juntos en un mundo feliz. Se hizo la luz con la eléctrica experiencia del primer beso, sí, la cítrica estridencia tras los párpados cerrados, el artefacto resucitando en vertical, erecto hasta estallar en el último, el undécimo piso, en aquel tope en el que él pediría un solo deseo a las mil estrellas cayendo del cielo. La súbita explosión de su faldita fue una señal. Chispazos fluorescentes reflejaron los desnudos en el espejo, grabados en la penumbra de ésta sobrevida de fantasma hambriento en un dejavú en reversa.
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inocencio rex
inocencio rex
Alma Andrea
Que eres bárbaro, ni duda... pero me trajiste un poco a Cerati
con aquello de la virtud de sacar belleza del caos.
Saludotes.
inocencio rex
inocencio rex
inocencio rex
Enrique Dintrans Alarcn
Me fascina este fuego felino y subrepticio.
Saludos
W ART IN
Y A FAVORITOS!!!
Saludos W ART IN.