CAMUS
Publicado en Apr 05, 2012
2952.2953.295…El 4. El 5…Se veían tan inocentes. La mujer con cabellera de medusa tocada por atenea no aguantó la fricción de muslos abiertos los cuales dejan ver un sistema multiforme donde la ráfaga de los sentidos cae en cúmulos sobre el prado. Pelambrera deslumbrante resignándose a ser desentrañada. Se desalinea el rojo de la flor hasta alterar la sangre en albor mortecino. El primer hombre aparece se esfuerza en existir igual a un Meursault desprevenido e indiferente ante el espejo. Se repite sobre la hierba lluviosa el cadáver de su madre quien moribunda suspira desde el riñón extirpado de Albert Camus “¡Una vida en la que pudiera recordar ésta!” Piernas untadas de luna llena personifican la esencia de la vida.
El viento sobrevuela lo indómito de sí mismo. Una masa de aves viaja con la misma urgencia del sinnúmero de terneros hendiendo la brisa. No es el mundo onírico. Es el revés de la página con memoria desmembrada de orejas y vísceras de renglón en renglón de cascos y mugidos de silaba en silaba. Urde el hiperrealismo hasta las últimas consecuencias del tigre huyendo del cáncer de María la de facciones de mosco regañado. Deseo el 7008 bajo la temperatura del ciruelo. La piel está obligada a encajar precisa en el vendaval. Nadie pretende nada o quizá sólo el punto equidistante entre la horma del zapato y el camino hecho camino a las tres leguas después de haber fallecido el paseante. Nada distinto se puede pensar del absurdo sino en la otra flexión de la giba en busca de la moneda aquella cuando Cristo de nuevo crucificado le dice a Kazantzakis Calarcá es la mejor cuna para recular La Peste y hacer de las rosas marchitas pétalos impetuosos en manos de vendedores arrojando a las calles del cacique y de Orán el tufo embriagando a Clarisa a Rogelio a Jairo y al polvo eres de mí mismo. Entra pronto. Ven al escrito de los escombros. En la ceniza persiste el dilema del hierro y la herrumbre de la voz de Raimundo atornillándose en la sangre de María. El humo se hace fantasma a imagen y semejanza de huesos de ultramundo. El doctor Bernard Rieux palabrea gatos a la rata escrita promotora de no comer carne el jueves santo. El roedor escapa el viernes a la tasca rumbea hasta alcoholizarse con Baygón. Trastabilla el último día. Un giro inesperado revienta la tuerca de la ventura el bronce anuncia la medalla hasta desgañitarse de moho andariego. Segmentos de óxido dan reversa sonríen a las 9 de una correría encharcada de trinos en el tejado del mundo. Momento exacto para hacer posar el oro del planeta en las tinieblas. CAMUS …desprevenido e indiferente ante el espejo el cual repite sobre la hierba lluviosa el cadáver de su madre quien moribunda suspira desde el riñón extirpado de Albert Camus…“¡Una vida en la que pudiera recordar ésta!”. “Quería aún hablarme de Dios, pero me adelanté hacia él y traté de explicarle por última vez que me quedaba poco tiempo. No quería perderlo con Dios, ya incontinente ante la muerte seguía pensando en la alegría de los olores de la tierra; las noches del verano”… “en fin, comprendía que había sido feliz y que lo era todavía; para que todo sea consumado, para que me sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos espectadores y que me reciban con gritos de odios”. De la novela inédita MARTES DE NUNCA LLEGAR.
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