ANHELADA MIA
Publicado en Jul 22, 2009
ANHELADA MIA...
I Mi amor nacía en calamidad dolorosa que va mas allá de todo sufrimiento, y aun con todo y nada yo la deseaba; conocí la miel al probar su aliento, y con fino aroma de blanca rosa su sublime boca besaba. Pero algo faltaba, mis labios con su espera anhelaban un beso de otra manera; cerré mis ojos aun sabiendo que escondía, los besos de otro que nada merecía, que se marcho y dejo su alma partiendo y con la suya la mía... Opacad mi llanto... que me estoy muriendo. II Supe que su devoción estaba presta que talves hallaría un solo vacío, que otro la había desdichado; pero esperaba que al lado mío una nueva ilusión sienta y olvide a quien la ha agobiado; y cuando yo.. ya llegado, también de su parte, con el amor como arte olvide que también su alma se iba; que su vida ya no es cautiva que junto a mi estaría floreciendo la alegría fugitiva. Opacad mi llanto... que me estoy muriendo. III Hoy... la aurora muestras sus rayos en la cumbre y la alegría del mundo, grita despertando dejen a un lado al amorgo incipiente!, que aun con el sol latente, frío esta aguantando, cuál paria perdido en la anhelada lumbre. Si llorar desea, que llore libremente si aun con el brillo en frente solo acoge el desperdicio, y a su común oficio de cargar su cruz se inclina, no hay razón que se asome a su retina cuando solo su sombra va cubriendo, toda luz que se avecina Opacad mi llanto... que me estoy muriendo. IV ¿Y a ti...no te conmueve mi vida desdichada? ¿Podrás un día parar mi sufrimiento? para que mi día con el alba no muera, para que en el sol.. aun con mi último aliento mi alma en pena se vea de placer inundada. Pero aunque así no pudiera me conformo aunque no quisiera: que si no llego hasta tu altura besar tus pies será dulzura; hasta tú deprecio para mí es abrigo, talves de Dios vea un castigo al no desear seguir existiendo si no estarás conmigo. Opacad mi llanto... que me estoy muriendo. V ¡Oh ..Anhelada mía..Pesadumbre de mis grandes quejas, hoguera ardiente en que mi alma quemo, oscuro mal que opacarme deseas, contigo vivo, aunque la vida temo; la temo a razón que si me dejas, porque llamarla vida, si vivir para qué sea. Sentiré temor cuando en mi rostro vea que todo me ha desamparado que la alegría he olvidado que de mi mismo siento temor ahora, que no hay instante en que mi vida no implora, al mirar que en tu nido se ha perdiendo, la ilusión que florecía otrora Opacad mi llanto... que me estoy muriendo.
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