Sí. Tengo entre mis manos una hoja totalmente en blanco. Ningún rasgo ni símbolo literario hay escrito en ella, pero imagino todo un poema extenso lleno de sentires... y todo un relato intenso lleno de aventura... y toda una reflexión profunda llena de sustancia... y todo un cuento imaginativo lleno de sueño y de entusiasmo... y todo un ensayo concienzudo sobre el tema de la existencia humana... y todo un universo de ideas escritas con letras invisibles. Eso es todo lo que estoy imaginando que leo en esta hoja blanca que tengo ante mis manos. Y ahora empiezo a escribir yo en ella...
A ti que estás pensando y trasponiendo ideas a través de la imaginación y la ficción diaria que es nuestro existir... a ti que vives en la otra orilla de este ángulo humano que es la presencia viva en la Tierra... a ti te hago saber que la hoja en blanco que tengo entre mis manos es tu poema, es tu relato, es tu reflexión, es tu cuento y es tu ensayo. Es, en suma, tu arte expresado a través de la palabra imaginada que ocupa ahora mi pensamiento. Un abrazo seas quien seas y vivas donde vivas y estés pensando en lo que estés pensando.
Guardo la hoja ya escrita en algún rincón de mis ideas y las ideas se transforman en imaginaciones que ocupan un lugar céntrico en mis pensamientos. ¿Quién ha dicho que imaginar no sea escribir verdades? Solamente quienes no saben pensar más allá de sus cálculos razonables de lo que vale la pena negociar para obtener beneficios son los que son incapaces de escribir en una hoja en blanco algo más que números enteros; cocientes, múltiplos y submúltiplos de números enteros; cuadraturas de números enteros... algo así como si sus vidas sólo fuesen números enteros encuadrados en un marco dorado donde el papel moneda es el único que les hace vivir. 
Yo, con mi hoja en blanco ya escrita, paso la línea donde se abre la imaginación... y me quedo dormido mientras sueño con el alba de un amanecer donde no hay números enteros; donde no hay que cuadrar números enteros para satisfacer el deseo de ser alguien importante en el mundo material... y me conformo con contar el número de las estrellas porque sé que de esta manera soñaré mejor.