Me encuentro en bus
Colores llamativos, carrocería oxidada, tapicería rasgada, uno de nuestros amados vehículos que tanto representas nuestro folklore bogotano.
Mientras me dirijo a mi destino, se oye un ruido que a más de uno deja aturdido, no es esa dulce melodía que produce el bus al frenar. Ni las historias que algunos cuentan, para unas cuantas monedas ganar.
¿Que será ese ruido?, al mirar por la ventana en busca de respuestas
Noto como nuestra bella tarde se opaca, las nueves grises se toman el cielo de Bogotá. Las gotas empiezan a caer y más de uno maldicen su poder.
Al verlas caer y caer, recuerdo a esa dulce mujer.
Recuerdo como llenaba de besos mi rostro, así como se llenan de gotas las calles, recuerdo como solo escuchaba su voz, así como el ruido de las gotas al caer.
Al ver como la vista se veía afectada por una ventana empeñada, recuerdo como su belleza empañaba mi mirada, para que pudiera distorsionar toda realidad y así enfocarme solo en ella.
Ahora que la lluvia ha cesado, vuelvo a la realidad de no tenerte a mi lado, de mi vida te has evaporado y mi sonrisa me ha abandonado.
¿Me pregunto cuándo volverá a llover?
¿Cuándo veré tu rostro tan cerca de mí ser?
 
Luis Felipe Hernández Buitrago
     Sombra oscura