Más que un Árbol
Publicado en May 18, 2012
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Me acababa de mudar con mi familia a una pequeña ciudad cerca de las montañas, ya que mis pulmones son muy delicados y necesitan el mejor aire fresco. A pesar de haber dejado todo en mi antiguo hogar; mis recuerdos, mis amigos, la escuela y la pizzería de mi viejo amigo Ben, seguimos conectados y hasta me visitan de vez en cuando.
Un día mi pequeña hermana y yo fuimos a investigar las pequeñas montañas, cuando llegamos allí vimos hermosas flores de todos los tipos y muchas que nunca habíamos visto, era increíble, pero pronto comenzó a oscurecer así que debíamos regresar. Antes de irnos sentí como…que…si alguien me hubiese llamado o algo así, pero pensé que solo era mi imaginación.
Más tarde…
-Niñas ya es hora de irse a acostar- dijo mi mamá
-¡Sii! – contestamos mi hermanita y yo.
Tan pronto me acosté en mi cama comencé a recordar aquella sensación de que alguien me llamaba, era extraño. Mi ventana quedaba enfrente a mi cama, por lo que podía ver la frontera a lo lejos y las pequeñas montañas. Aquella noche no parecía tan hermosa como de día, sino más misteriosa y algo aterradora.
Cuando quise recordar mis ojos ya se habían cerrado y abierto en un instante, ya de día…no, me había equivocado aun era de noche…
Me levante de mi cama, en silencio para no despertar a mi hermanita y me acerque a la venta…no podía creer lo que mis ojos veían, las pequeñas montañas habían desaparecido. Parpadee varias veces, refregué mis ojos y hasta me pellizqué por si aun estaba dormida, pero no. Rápidamente tome mi saco y salí con una linterna, era imposible que las pequeñas montañas hayan desaparecido. En el mismo momento que cerré la puerta, un fuerte viento me hizo soltar la linterna, enseguida corrí a buscarla ya que la oscuridad no me permitía ver nada, más que la luz de la luna. Corrí y corrí hasta que…
-¡La tengo! – grite cuando estuve a punto de tomarla pero…
- ¡PAFF! – me di la cabeza contra algo.
Levante mi aveza golpeada y vi un inmenso árbol, jamás había visto uno tan grande, y sobre todo no recordaba haberlo visto cuando vine con mi hermanita. Me agache para tomar la linterna, pero esta no estaba allí, me asuste por un instante, comencé a pensar que tal vez solo rodo y no me di cuenta, pero antes de comenzar a buscarla ese viento extraño comenzó a soplar de nuevo.
Tan pronto se calmo mire a mi alrededor, y fue entonces cuando vi algo que no puedo expresar claramente con palabras. El árbol y yo estábamos siendo rodeados por algo parecido a un tornado pero este brillaba y parecía tener una consistencia más solida.
Mi respiración comenzó a aumenta su velocidad, y esa “cosa” no se detenía con sus movimientos alrededor de mi y el árbol. Sorprendentemente de ella salió un chico, que aparentaba ser de mi misma edad.
-¡Oye! ¡¿Qué pasa aquí?! – le pregunte asustada.
Levanto su cabeza y me miro sorprendido, él viento comenzó a soplar cada vez más y más fuerte por eso debía agarrarme del inmenso árbol pero…antes de que pudiera tener contacto con él, ese chico me agarro mi mano y me dijo;
-Ni se te ocurra tocarlo-
Esta perpleja, no sabía que decir ni que hacer, entonces me desperté.
-¿Eh? ¿Qué sucedió? ¿Peor que…? – dije muy exaltada sentada en mi cama.
Enseguida me levante y mire por la ventana.
-¿Hermana…que pasa? – pregunto mi hermanita.
-No…no pasa nada Mary, descansa-le conteste, mientras observaba las pequeñas montañas.
Una semana más tarde ya daba por hecho, de que lo que me sucedió fue solo un sueño, o la menos era eso lo que quería creer…
Al día siguiente…
-Hermana después de almorzar ¿podemos ir a ver nuevamente las flores? – me pregunto mi hermanita.
-Emmm…mejor no Mary- Respondí.
Por algún motivo aunque estaba casi convencida de que fue un sueño, sentía temor de ir de nuevo.
-Vamos Eri lleva a Mary allí ¿sí? – me dijo mi mamá.
-Está bien- conteste.
Luego de almorzar…
-Hermana, ya estoy lista – me dijo Mary
-Bien Mary…vamos- conteste dudosa.
Mientras subíamos las pequeñas montañas para llegar, me comencé a sentir cada vez más nerviosa.
-¡Hermana mira ya puedo ver las flores desde aquí!-me grito Mary ya casi en lo alto.
-¡Espera Mary puede ser peligroso! – le grite preocupada mientras corría hacia ella.
Al llegar me quede helada, entre las flores durmiendo estaba el chico que vi en aquel extraño sueño…él que salió de esa “cosa”.
-¿Oye estas bien? – le pregunto mi hermanita Mary a el chico.
-¡Mary no te acerques a él!- le grite mientras tomaba su mano y la alejaba de él.
-¿Qué pasa hermana? ¿lo conoces?- me pregunto.
Entonces ese chico se despertó, yo rápidamente puse a mi hermana detrás de mí.
-Mary no te muevas de aquí-le dije seria
Ese chico comenzó a levantarse y giro su mirada hacia mí, sus ojos mostraban una gran ternura, muy diferente de cuando lo vi por primera vez.
-Mary vuelve a la casa- le dije muy seria.
-¿Pero hermana…?-contesto.
-¡Dije que volvieras a casa!- le grite.
Cuando mi hermana se fue él volteo y comenzó a caminar en sentido contrario.
-¡Espera un momento!- le grite al chico quien se detuvo.
-¿Lo de la vez pasada…no fue un sueño verdad?- le pregunte.
Él volteo, me miro seriamente y me dijo;
-Si te vuelvo a ver cerca de aquí a la noche, no volveré a ayudarte-
-¿Ayuda?… ¿De qué estás hablando? – pregunte desconcertada
Él chico no me respondió, y comenzó a irse, yo sin pensarlo corrí hacia él para pedirle respuestas, y tome su mano.
-¡Te dije que no me volvieras a tocar!- me grito mientras yo solté su mano asustada.
- Lo…lo siento…pero…yo nunca te eh tocado- le dije
Entonces recordé que en el primer momento que nos conocimos, él me dijo que no tocara el árbol…eso significa que el árbol es… Antes de que pudiera preguntar algo que me parecía imposible, él chico se desmayo frente a mis ojos.
Me acerque a él rápidamente.
-¡¿Te encuentras bien?! Le pregunte asustada
Pero él no me contestaba…lo sacudí, pero tampoco reaccionaba. Mire alrededor si había alguien que me pudiera ayudar…pero no había nadie allí.
Yo no lo podía dejar allí solo, por más que me allá dicho que no lo tocara, cuando lo acababa de volver a hacer. Me decidí y lo cargue en mi espalda para llevarlo a… ¿A dónde? Si lo llevaba a mi casa ¿cómo le explicaría a mi mamá que él es…? Pero no tenía otro lugar donde llevarlo.
Al llegar golpee la puerta, no muy fuerte.
-¿Quién es? – pregunto mi hermanita
-Soy yo– le conteste en voz baja.
Ella abrió la puerta muy contenta al ver que había regresado, pero su expresión de felicidad cambio cuando vio que no estaba sola.
-¿Mary esta mamá? – le pregunte susurrando.
-No, mamá fue a hacer las compras para la cena. Me contesto desconcertada.
-Bueno Mary ayúdame a llevarlo a nuestra habitación- le dije mientras entraba a la casa.
Acosté al chico en mi cama, le pedí a Mary que no le contara nada de esto a mamá y fui a buscar alcohol y algodón, para así tratar de despertarlo.
Las primeras veces que le pase el algodón con alcohol no logra despertarlo, pero a sexta vez sí.
-¿Eh? ¡¿Dónde estoy?!- grito el chico sentado en mi cama.
-Tranquilízate, te eh traído a mi casa, ya que te desmayaste en las montañas- le conteste
-¿Tú me ayudaste?- me pregunto con una distinta expresión en su rostro.
-Aaaa…no fue nada…- le respondí algo apenada con la cabeza agachada.
En eso escuchamos el sonido de la puerta y mi mamá que había anunciado su regreso. Le pedí a Mary que fuera con mi mamá y la distrajera para que no subiera a mi habitación. Mientras tanto yo y él chico salíamos en silencio por la ventana hacia las pequeñas montañas…
En el camino ya había comenzado a oscurecer, y yo me sentía muy apenada…no se porque…tal vez porque nunca había estado tan cerca de un chico antes, el tener que ayudarlo a llegar, con su brazo sobre mis hombros, me hacia poner roja mis mejillas.
Ya en el lugar, el se soltó de mi y camino hacia el centro de las flores, una brisa suave y tibia movió mi cabello, mientras veía como ese chico entre esa “cosa” extraña que no puedo explicar, se convertía en el inmenso árbol.
Los días pasaron y siempre al regresar de la escuela lo iba a visitar, nuestra relación se volvió más estrecha, pero por algún motivo no me atrevía a preguntarle nada sobre quien era en realidad…hasta que un día…
-Eri, Mary me dijo que estas saliendo con un chico- me dijo mi madre mientras almorzábamos.
-Eh…Aaaa, eso no es verdad-le conteste sonrojada.
-Bueno, parece que nuestra hija Eri está creciendo- dijo mi papá.
-Por supuesto, ya tiene casi 12 años es natural querido – le dijo mi mamá
-¡Ya…ya dije que no es cierto!- grite mientras me levantaba de la mesa.
Todo el día estuve pensando sobre él…y yo…y me di cuenta que para mí él no era un simple amigo como creía.
Ese mismo día salí tarde de la escuela ya que me tocaba la limpieza del salón y mi compañera había faltado, pero antes de ir a casa fui a las pequeñas montañas.
Él estaba allí, como un árbol, tan grande, fuerte y con sus hojas brillantes en esta primavera.
Me acerque lentamente, pasando entre las flores, esta era la primera vez que lo visitaba de noche y era la primera vez que temía decirle la verdad. Levante mi mano izquierda y lo toque diciendo;
-Creo…creo que me gustas-
Al día siguiente en clases…
El profesor anuncio el ingreso de un estudiante extranjero a nuestro salón. Yo no le prestaba mucha atención, pero cuando vi que el nuevo alumno era un amigo mío que conocí hace tiempo me puse muy contenta.
En el recreo hablamos, y lo invite a comer a mi casa, sin darme cuenta que me olvidaba de él.
-¿Hermana vamos a visitarlo hoy? – me pregunto Mary
-Eh…aa…no lo sé- le conteste.
-Pero hermana, ayer tampoco fuimos porque habías invitado a un amigo, ¿no crees que él se preocupara si no vamos hoy tampoco?- me dijo Mary
-No, él no se preocupara…te prometo Mary que mañana sin falta iremos ¿sí?- le dije muy convencida.
El día prometido llego, y como la nueva casa de mi amigo queda en la misma dirección que la mía íbamos juntos. Pero entre risas mientras doblábamos en una esquina me detuve.
-¿Qué pasa Eri? – me pregunto mi amigo.
Era él, en su forma humana, parecía muy enojado y yo me quede paralizada al verlo tan lejos de las pequeñas montañas, las cuales a mi parecer son la fuente de su energía. Antes que pudiera decir algo, él tomo mi mano y me llevo con él al lugar en donde nos conocimos.
Al llegar note su cansancio, se ve que estuvo mucho tiempo lejos de aquí, pero seguía sin soltar mi mano.
-¿Qué pasa?- le pregunte.
-¿Quién era ese chico?- me pregunto mientras me miraba muy serio.
Yo me quede algo indignada, pero le conté que era un amigo que conocí en un viaje al extranjero hace bastante tiempo. Me pregunto si le estaba diciendo la verdad, y yo asenté mi cabeza respondiéndole. Después de eso se hizo un silencio mientras nos mirábamos sonrojados a los ojos, cuando pestañe él comenzó a acercarse a mi lentamente, yo solo cerré mis ojos, mientras sentía sus labios sobre los míos muy dulcemente.
Esa fue la última vez que lo vi, por más que lo iba a visitar él no aparecía, y aunque a veces iba de noche, tampoco lo veía en su forma de árbol.
5 años más tarde….
En las vacaciones de primavera decidí ir de visita a mi ciudad natal y así ver a mis amigos. Consulte con mi medico si estaba bien que fuera y él me dijo que por unos días no me haría mal, pero que no me quede mucho tiempo.
En esos días no iba a poder ir a las pequeñas montañas, como todos los días a esperar a alguien que desapareció hace 5 años.
Al regresar a casa después de viaje, lo primero que hice fue ir a las pequeñas montañas, pero él no estaba allí…
Mi hermana Mary comenzaba la secundaria, y un día de regreso a casa me pregunto;
-Hermana ¿está bien que tenga novio?-
-Si es una buena persona y a ti te gusta, si, no veo el problema- le conteste.
-Pero hermana… ¿vos aun no tienes novio?- me pregunto.
-Uf…no, no lo tengo aun- le conteste suspirando.
Mi hermana no recuerda nada de lo que vivimos hace 5 años, yo supongo que es porque era muy pequeña en ese entonces.
Peor yo por más que quisiera, no podía olvidarlo.
Un día caluroso mi madre nos pidió que fuéramos a comprar las cosas para la cena.
-Eri, Mary vallan a comprar las cosas para la cena-
-Claro madre- le respondí.
-Muy bien ya estoy lista- dijo Mary.
-Mary, si no me equivoco, ¿no te han mandado mucha tarea en estas vacaciones que no has terminado aun?- le pregunte
-Emmm…bueno…mmm…yo- inténtate contestar mi hermana.
-Entonces madre yo iré sola- le dije.
-Muy bien, ce con cuidado- respondió mi madre.
-Ufa, yo quería ir también- dijo Mary.
Mientras iba de camino, no podía dejar de pensar en él, hoy más que nunca. Tenía tantas dudas que quería que me respondiera, pero sé que si lo volviera a ver no me importaría nada más.
Compre todo para la cena y me fui, estaba totalmente ahogada en mis pensamientos, que no preste atención para cruzar la calle.
-¡¡¡Cuidado!!!- grito alguien.
Pero ya era demasiado tarde.
Cherre mis ojos, escuche el sonido violento del freno de un automóvil y unos brazos cálidos que me abrasaban. Cuando abrí mis ojos estaba en el piso con un chico sobre mí, él se levanto un poco, quedando frente a mí.
-¿Te encuentras bien Eri?-me pregunto el chico.
Mis ojos se abrieron como nunca antes en mi vida, para verlo otra vez…era él…mi árbol, él cual nunca dejare separar de mi lado.


FIN
Continuara…?
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Por: Dahiana Escobar
Prohibida su publicación parcial o total
 
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Miembro desde: May 03, 2012
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Descripción

Cuenta la historia de una joven que al mudarse con sus padres descubre un gran árbol del cual se enamorara y vivirá una linda historia de amor.

Palabras Clave: fantasia romance árbol drama ficción

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasía


Derechos de Autor: Dahiana Escobar

Enlace: http://dahisukeblog.blogspot.com/


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