Canto a mi mismo, Walt Whitman
Publicado en Jun 04, 2012
1. Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también. Vago... e invito a vagar a mi alma. Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra para ver cómo crece la hierba del estío. Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, de esta tierra y de estos vientos. Me engendraron padres que nacieron aquí, de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también. Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta. Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy y no terminaré mi canto hasta que muera. Que se callen ahora las escuelas y los credos. Atrás. A su sitio. Sé cuál es su misión y no la olvidaré; que nadie la olvide. Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal, dejo hablar a todos sin restricción, y abro de para en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada. 17 Estos son en verdad los pensamientos de todos los hombres en todas las épocas y naciones, no son originales míos, si no son tuyos tanto como míos, nada o casi nada son, si no son el enigma y la solución del enigma, nada son. Esta es la hierba que crece dondequiera que haya tierra y agua, este es el aire común que baña el globo. 45 Mira tan lejos como puedas, hay espacio ilimitado allá, cuenta tantas horas como puedas, hay tiempo ilimitado antes y después. Mi cita ya ha sido concertada y es segura, allí estará el Señor, esperando que yo llegue en perfectas condiciones allí estará el gran Camarada, el amante verdadero que he anhelado. 48. Dije que el alma no es superior al cuerpo, y dije que el cuerpo no es superior al alma, y nada, ni Dios siquiera, es más grande para uno que lo uno mismo es, y quien camina una cuadra sin amar al prójimo camina amortajado hacia su propio funeral, y yo o tú podemos comprar la flor y nata de la Tierra sin un céntimo, sin un céntimo en el bolsillo, y mirar con un sólo ojo o mostrar un grano en su vaina, desconcierta las enseñanzas de todos los tiempos, y no hay oficio ni empleo en el que un joven no pueda convertirse en héroe, y el objeto más delicado puede servir de eje al universo, y digo a cualquier hombre o mujer: que tu alma se alce tranquila y serena ante un millón de universos. Versión León Felipe en A media voz
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Guillermo Capece
maravillosa la poesia de Walt Whitman, gracias por traerla a Textale.
Bss
Guillermo
Anna Feuerberg
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones por la presentaciòn
Anna Feuerberg