Ya es hora de volver a casa pero antes debo detenerme en un supermercado para comprar algunos víveres y algo de pan que pueda engañar al estómago.
Me paseo como sonámbulo dentro del local, no sabiendo a ciencia cierta que es lo que falta en mi despensa.
La gente compra y camina rápido imagino yo para espantar el frio reinante el día de hoy.
Llego a casa pongo agua en el calentador electrico y preparo una bandeja con unas rebanadas de pan y algo de mantequilla. En verdad, era el mate lo que más necesitaba. 
Enciendo un cigarrillo y veo las fotos de un pasado reciente.
Recuerdas cuando juntos este verano en la laguna del pueblo cercano a esta urbe soñámos que estaríamos juntos toda la vida.
Es evidente que olvidaste la promesa y te fuiste en un viaje eterno, sin equipajes ni pasajes.
Y me dejaste solo, esperando el nuevo recorrido que no sé cuando me pueda llevar hasta tí.-