Recuerdo lo animado que estaba aquel día, era soleado y fugaz,era perfecto. Tenía tan solo quince años,pero el amor de pronto había tocado mi puerta con una sonrisa que ni yo mismo creía,mi teléfono sonaba cada quince minutos (no estoy bromeando) pero no me importaba tal intensidad, su amor era tan puro que hasta el tiempo se me pasaba en un instante y cuando era de tarde resultaba de noche, y cuando era de noche resultaba de tarde. En mi computadora, lejana, siempre estaba allí recordandome nuestro amor.
Ese día me vería con ella a las tres en la plaza San Martín (Lima), vole por tres horas hasta allí,las locuras del amor; Me aventure con los ahorros de casi tres meses y favores en la escuela para llegar a Lima, llegue pocos minutos antes a aquella plaza,era hermosa,llena de colores blancos y verdes y en su centro un monumento a Don José de San Martín, libertador y protector de perú.
 Eran las tres y cinco, en esa tarde no se veía rastro de aquella, no me preocupaba unos minutos de retraso ya que no vivía tan cerca de la plaza;Recordaba todas esas llamadas y mensajes en la red, expresandome el amor que sentía. Nadie en mi casa sabía que había volado desde Bogotá hasta Lima, era el aventurero en nombre del amor, eran las tres y veinte, nadie había llegado a encontrarme, me pare del banco donde me encontraba sentado cuando una linda joven se acercó apurada.
- ¿Perdón joven sabe la hora?, decía con cariño.
- Son las tres y veinticinco...... veinticesis, dijo rectificando.
-Gracias, me afanaron un bobo hace unas cuadras y me he quedado a la prepo con ese barrunto que me ha quitado todo.
- Disculpe, ¡pero no le entendido nada!, vera yo no soy de aqui.
- ya lo creo, yo soy Sayra, mucho gusto, perdoname por hablarte así pero sabras la costumbre.
- Lo entiendo, yo me llamo Manuel, pero te han robado por lo que te entendí.
- si hace un rato,pero olvidemoslo, muy pocas veces me encuentro a un extranjero en Lima,¿de donde eres.
- Yo soy Colombiano, vengo a encontarme con mi novia,ella vive aqui en Lima y es la primera vez que no vemos en persona, pero al parecer no ha llegado.
- yo si te veía ahuesado en la banca,pero que agarre que te dejarón plantado.
- No seguro ha de ser un improvisto, pronto la llamaré.
- ¿Te puedo acompañar? es que te vez un cuero de persona,como me han afanado me da.. como se dice... susto, cobardía quedarme sola.
Esta joven era hermosa casi cinco años mayor, solo con su linda mirada me cautivada y sus alagos hacían que riera sin parar.Caminamos y hablamos por un largo rato a lo hancho de la plaza, pero pensaba ciegamente en mi novia,estaba un poco triste por que no llegaba. Pero ella nunca me fallaría menos sabiendo que arriesgue muchas cosas para venir a Lima, estaba molesto no lo negaba y Sayra me llamaba la atención, luego me entere de la fatidica noticia.
- tienes el cacharro hermoso pero tienes jale como ningún hombrecito, eres piola.
- Creo que no te debería prestar atención, yo estoy con mi novia y no te conozco Sayra, yo me voy de vuelta para el aeropuerto.
- pero ni chicha ni limonada, ella no va venir, dijo agarrandole y tomandole su billetera.
- Jovén, usted es Manuel, ¿verdad?, se acercó una señora de emdiana edad a mí.
- ¿la conozco?, dije sorprendido, ya que ultimamente estaba atrayendo solo mujeres (no lo digo por engreido).
- Yo soy la madre de Juana, hasta ahorita me han avisado del hospital que estaba internada, yo la seguía para su cita con usted y ella se me perdio, yo le ví a usted en esa banca y pensé que no había llegado. Luego mi amiga me contó que la atropeyo un coche cuando venía para la plaza.
- ¿ no pero comó Juana?
- Mire señora esta equivocada, este no el joven que busca, el es mi macho. Sayra
le dio un beso de improviso a Manuel, haciendole entender a la señora que era su prometido.
- Gracias, buscaré a Manuel, Juana esta preocupada.
- ¡Sueltame!, yo no tengo nada con usted Sayra.
Esta muchacha me agarró y me besó como si nada,me entere que Juana mi novia estaba en un hospital por haver venido hasta la plaza con mucho afán, en seguida me quise ir detras de la madre de Juana pero Sayra tenía mis papeles. Me enredó muy facil, se que era un torpe por hacerle caso siendo solo una desconocida, me engaño. Pero era tarde para reclamarle, lo único que recuerdo es que le íba a quitar la billetera y quede tumbado en el piso de un almacén incosciente. SAYRA NO ERA DE FIAR.
El día perfecto en esa tarde en Lima se convertiria para mí en una tragica aventura en Perú.
CONTINUARA.....