[Para ser leído con mucha calma]

De la cama al closet hay tan poco espacio que me he quedado sin aire, empotrada sobre la nave de los sueños, me asomo hacia el abismo y el vértigo me azota. A veces la tierra firme esta tan abajo y el cielo tan arriba que prefiero morirme un rato antes de lanzarme al espacio. 

Traté de comerme al mundo de un solo bocado, pero lo cierto es que te quedaste el ánimo, el apetito. Trate de darme un gran respiro para gritarle al vacío, pero me quedé sin aire, enfermizo. 

Me aventuré a la vida con el alma atada al pasado, derramando lagrimas para poder sacarlo, pero resulto que era pegamento y me quede enclaustrada al llanto...

Tiene tanto que no escribo, que olvidé como hacerlo, las letras se burlan de mi y me dan la espalda, esto lo tengo que enfrentar con palabras, con hechos y con miradas. Tiene tanto que traigo los sentimientos atorados y quisiera sacarlos de golpe de una vez pero no puedo.

Trataré de ir despeinando el alma, así como cuando nos revolvíamos en tu recamara, trataré de ir acomodando el alma, así como cuando nos dormíamos agotadas. Trataré de ir desfragmentando el corazón, como mis primeros poemas de amor, y le gritare al infierno que me siga consumiendo en sus llamas. 

Y de las 3 esquinas lascivas, la 4 vive para ser esclava, me robo el aire que quedo atrapado la ultima vez que estuviste, la ultima vez que me viste, la ultima vez que me viviste. 

Y me enmaraño en los recuerdos que cuelgan sobre el piso, vivo de cabeza en este mundo instintivo, del sudor que corre por mis venas, las lagrimas laten una condena, la sangre que transpira mi soledad, rompe del espejo de la consciencia, que cuando me miraba solo decía la verdad, 7 veces regrese por el mismo camino tratando de recoger la piedra que nos separo, y al final a mi el diablo me cargó.

Y los ojos me pesan, más que el cuerpo, más que la condena, más que tu adiós, mas que el reflejo de mi cuarto en tu interior, quisiera arrancármelos para no verte nunca más, y guardarte en el pedazo de corazón que un poco de vida a mi cuerpo da, quisiera morirme a tu memoria, y descansar en las deshoras de tu pesar mientras te enamoras de otra persona, quisiera explotar en las viceras que además de mi corazón, otros órganos te di y quisieron sin razón. 

Quisiera masticarme la lengua hasta perder el control, y arrancar de mi piel las caricias que sueña mi cuerpo las noches de calor, quisiera poder dormir todo un día entero y despertar 10 años después en tu lecho, quisiera navegar la proa de tu corazón, ser el kraken de tu razón, envolverme en el humo que expulsas sin devoción, y dibujarte en el aire a mano alzada lo que significa este amor. 

Quisiera levitar en el eco de una canción, en la guitarra que me tocó, desnudó e hizo el amor, quisiera ser el suspiro que atrapa una noche estrellada, una tarde de amor con música en vivo, noches locas e infladas de alcohol, mañanas de resaca y con mucha sed de amor, besos intensos en silencio, venidas sudorosas de pudor. 

Quisiera cortarme las manos para no escribirte más, para no moverme más, para no seguir más, para sufrir en silencio toda una eternidad, a tu amor, para no tocarme más... 

Inflándome en los recuerdos que los lirios posan sobre mi lecho, las rosas que te llevé, los cigarrillos que me fumé, las locuras que hice e inventé, te entregué toda el agua del mar en un sólo grano de sal, y todos los rayos de luz en una fotografía en cueros por tu amor, pose sobre tu piel, los más finos trazos del lienzo de mi ser, inventamos un nuevo idioma entre los susurros de nuestros corazones, dijimos todo sin vernos nada, aposté todo y vendí hasta mi calma... 



Y ella compra una escalera al cielo...



Dejé ciego al sol, cuando le conté del esplendor con que despertaba en las mañanas a tu lado, desnuda, esperando a que te amara de nuevo. 

Mis letras se pusieron celosas de que tu fueras el más hermoso poema jamás conocido, y que sólo te escribiera en la espalda con la lengua, mis letras ya no hallaban que decir, para que volviera mi vista y dejara de verte a ti, mis letras querían desangrar el cuerpo, y pasar por las vena los filamentos de las hojas cuando se enteraron que las abandonaría por falta de cuerpo, tiempo y persona. 

Quisiera decir que todo marcha bien, que me va de maravilla y escribo otra vez, quisiera fingir que no me ahoga esta soledad, y sonreír todas las mañanas viendo que ya no estás. 

Pero conforme pasa el tiempo, más muero, y de la desesperación trato de alzar el vuelo pero, alas para qué? si se quedaron en Coyoacán, yo no tengo alma desde ese día en la Casa de Frida Kahlo. 



Alas para qué? Si me puedo arrastrar. 

Corazón para qué? Si lo haces parar. 


 


[creación y primer texto editado, mismo día, 2:42, 14/6/12] Tiempo estimado una hora. 

Primer entrega de... [...] 



Ciclo de lienzos a mano alzada, también con las letras se dibuja lo que te callas.