El amor como creación fantástica.
Publicado en Jul 09, 2012
Prev
Next
Image
I. PRETENCIONES
Yo no pretendo, ciertamente, explicarte el mundo ni que, en el tumulto de pasta intelectualista, me lo explicaras tú. Ya habrá otros ingenuos (terriblemente subjetivos, o sea, sinceramente humanos) que intenten explicar el mundo sin conocer siquiera los granos que tienen en el culo.
Yo quería ser tu monstruo o, de menos, un monstruo. ¿Por qué un monstruo? Por supuesto que soy feo, pero ese no es el motivo principal; el motivo principal es que hay que salirse de lo humano para crear. Y yo quiero crear un amor donde tus deseos y los míos convergen para hacerse música y, así, adquirir una doble realidad: física y espiritual.
¿Qué es un creador? Alguien que no teme encontrarse con el otro. Alguien que se arriesga a encontrarse con lo inesperado. Lovecraf mencionaba que lo inesperado es el miedo originario de lo humano; por eso, el creador tiene que ser, necesariamente, una figura fantástica y su creación, por ende, será fantástica también. Este creador es el creador sin miedo. El creador puede crear todo un mundo a partir de una gota de sangre; pero sería un error pensar que esta creación está completamente determinaba por el autor, pues las circunstancias afectan a cualquier personaje. Sin embargo, el personaje-creación (en este caso, Amor) deberá ser tan fuerte, desde su génesis misma, que ninguna circunstancia lo derrote, así no corremos el riesgo de quedarnos sin personaje-creación a media novela.
Será aquí necesario, quizá, hablar del creador máximo (Dios.) Pues bien, si creo en un Dios, sólo puede ser el Dios de south park, ese pequeño monstruo que no escucha ni habla, vive encerrado en sí mismo para no contaminarse del exterior y así lograr crear con una perturbadora y quizá excesiva libertad. Ese pequeño monstruo (Dios) sólo se manifiesta en su obra de vez en cuando y sospecho que más por aburrición que por plegaria.
De todos modos no quiero alejarme del objetivo principal de este escrito. Y… ¿cuál era éste? Ah sí, otra declaración de principios. Pretensiones. ¿Qué es el amor? Cierta canción con tintes cursis sugiere que es una escalera al cielo; yo pienso que en el caso de que fuera una escalera, es una escalera en descenso, es decir, una escalera al infierno. (Eso claro, si estamos inmersos en mitologías.) ¿Porque el amor no es, acaso, pena y sufrimiento, una patología terrible que se expande como virus en la conciencia, una triste enfermedad psicosomática con estrictos métodos de tortura? Lo es. A mí también me han dañado. Pero a mí me interesan las bellas consecuencias, las caricias en el espíritu, el sombrero de carnaval para el espíritu, la posibilidad abierta de un mundo mejor. Esta vez no hablaré de los procesos químicos en el cerebro, ya que mi lado científico es mi lado más frío, pero no es mi único lado y mucho menos el más importante.
II. LA CREACIÓN
Michael Ende dice que el artista o poeta, no busca explicar el mundo, sino que busca mostrar otros mundos. Y esa es mi tesis fuerte: la develación de un mundo diferente, entendiendo como mundo ese posible microcosmos que tú y yo podemos habitar; una creación fantástica (y aquí no habría que entender fantástico como algo que miente, sino al insertarse dentro del ámbito de los sueños podemos decir, en un sentido freudiano, que es de hecho el lugar más real donde podemos ubicarnos, donde se revela, autentificándose, nuestro verdadero ser.) ¿No es en la creación fantástica donde lo onírico se manifiesta? Y si es así ¿En lo onírico no es donde se auto-evidencia nuestro ser como un lúdico intercambio de momentos pulsionales? El amor se manifiesta en el inconsciente; es la búsqueda exacerbada del aquel objeto de deseo que, creemos, deseo también, así, grosso modo, en el amor no hay objeto. Es una dialéctica de sujeto frente a sujeto donde cada uno, reconoce una parte de sí en el otro, pero sin perder autonomía. Esto lo expresa muy bien el signo ying yang donde un puntito blanco está en el negro y viceversa. El amor logra ver al otro, no como medio sino, como fin en sí mismo.
Esta novísima creación fantástica es mi segunda declaración de principios. Pero… ¿por qué novísima? Es nueva porque, como diría Heráclito, nadie se baña dos veces en el mismo río. Y si este principio tiene el devenir del cosmos, es necesario que aplique en nosotros también que somos sus habitantes.
III. ARTISTA ENAMORADO
Entre tantos humanos-masa, tanto imbécil hecho en serie como se hace una coca-cola ¿Por qué habría de sobresalir alguien? Pese, incluso, al bajo nivel intelectual y la fofa moral de la masa, cada humano-tipo tiene sus (aunque insignificantes) diferencia. Entonces es lícito pensar que nosotros, los artistas, tenemos muchas diferencias frente a los trogloditas capitalistas; ¿la diferencia es económica o social? Un artista, como toda persona con un cerebro bien ejercitado en sus dos hemisferios, puede hacer lo que quiera (como voluntad creadora) y ganar el dinero que quiera (privatizando los medios de producción como bien apunta Marx) pero lo importante de la vida son otras cosas; el dinero es un pretexto, un medio. El amor y la sensibilidad es lo importante, tener el don, en un sentido kantiano, de ver a la persona amada como fin en sí mismo y no como un medio. Dice el poeta Bukowski que el amor de la gente corriente, es un amor corriente. Hace bien el poeta en advertirnos sobre ese amor, hay que recomendar cuidarse de ese amor. Pero ni tú ni yo somos corrientes; y no lo digo en un sentido racista, sino en el sentido de que tenemos la cosmovisión desnuda y sin prejuicios. He visto en tus ojos infinitos mundos posibles, todos mejores que este que hay. Tu sonrisa hace que yo quiera, como dice Jack Nicholson, ser un hombre mejor. Puedo sentir que con cada uno de tus pestañeos alejas, con la brisa, a todos los fantasmas del pasado. Nadie (amorosamente) importa a partir de este momento, sólo tú. Así pues, nuestro amor no sería corriente. Hemos de procurar, como dice Nietzsche, un amor que este más allá del bien y del mal; nuestra creación fantástica no debe escapar, estéticamente, ni a lo bello ni a lo sublime, pero tampoco subordinarse a las cárceles del dogmatismo. Hemos de procurar un amor dinámico que, como creación fantástica, esté fuera del tiempo, es decir, se ha de insertar en el tiempo, pero no le pertenecerá al tiempo, se pertenecerá a sí mismo (será, pues, autárquico.)
En nuestra creación fantástica, a la vez que creadores, seremos protagonistas. ¿Por qué te he incluido como co-creadora y protagonista? Porque cuando menos te lo esperes, empezarás a crear también, a darle vida a los paraísos que inventemos para sólo estar los dos, construyendo sueños con cada caricia y con cada beso.
IV. CONCLUSIONES
Haremos de los latidos del corazón la orquesta encargada del soundtrack de nuestra creación fantástica, grosso modo, de nuestro amor; este amor dinámico que te ofrezco como agua nueva de diferente río, como una creación con argumento y trama diferente. Te ofrezco hacer un amor novelesco, melodioso, cinematográfico. Te ofrezco hacer de nuestro amor una película de culto, entre tanto mal cine comercial que hay.
Por último, dejo un tema abierto: el pasado. Ahora sólo agrego e insisto con Heráclito: nadie se baña dos veces en el mismo río. Y agrego, incluso nuestro amor, en cuanto dinámico, no lo hará; el devenir del cosmos se está siempre moviendo, no sé si con orden o caos. En todo caso, yo, por mi parte, agradezco llegar a este punto, donde tú eres una ilusión, una esperanza y una fe. Independientemente de si la creación fantástica se da o no, el pasado es parte de nuestra formación actual, pero no hemos de maldecirlo, pues hemos aprendido de los errores y a partir de ello podemos garantizarle una buena venida a nuestra creación fantástica. Pero el presente (éste presente en el que estamos tú y yo inmersos) no se justifica por el pasado sino por el porvenir. Dice Simone de Beauvoir: el presente se justifica por un porvenir infinitamente abierto. Y yo agregaría, entre las posibilidades que se te presentan como porvenir, espero que me contemples como una posibilidad realizable.
 
…Getzemaní González Castro.
Página 1 / 1
Foto del autor Getzemaní González
Textos Publicados: 157
Miembro desde: Dec 18, 2009
4 Comentarios 541 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Palabras Clave: El amor como creación fantástica

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Filosofía



Comentarios (4)add comment
menos espacio | mas espacio

LUMA54

Te dejo un abrazo
Bonito e interesante texto.
Bien desarrollado
Gracias por compartirlo
Responder
July 15, 2012
 

Getzeman Gonzlez

Muchas gracias.
Sólo el texto queda, la chica de todos modos no me hizo caso.
No está de moda regalar ensayos como prueba de amor.
Responder
September 12, 2013

María Ester Rinaldi

i said:

Interesante, el amor como una creación fantástica, desde la optica literaria, el creador es alguien que encuentra nuevas formas o la existencia de las ausencias, y las muestra , les da formas y hasta vida. personalmente creo que el amor es una creación cuya dimensión la da la capacidad del ser en la medida de su potencia creadora ( y de ahí lo brillante de tu exposición) el acto de crear inevitablemente se relaciona con Dios, creador por excelencia, y el hombre, hecho a su imagen y semejanza, según lo aprendido a travez de la historia, intenta continuar este legado, como una búsqueda constante de aquello que aún no nos fué revelado pero sabemos que existe y tiene un significado, como la pregunta que te haces. qué es el amor? el artista, o en este caso, el poeta, se dice que es un creador, pero no en el sentido práctico de crear sino de tomar lo que ya está hecho y modificarlo según sus motivaciones, y como bien dices, mostrar un mundo diferente, no el mundo ya creado, sino otros, fantásticos, diferentes, y mostrarlo en toda su dimensión, un espacio donde los sueños se mueven a su antojo, se dimensionan y ese es, a mi entender, el mensaje que me deja tu texto.
Un tema interesante e inteligentemente tratado.
te dejo un abrazo.
Responder
July 10, 2012
 

Getzeman Gonzlez

Me agrada la lectura que le da a mi texto, me parece interesante y enriquecedor para mí como filósofo y poeta. Me agrada poder leerme a través de otros ojos. Sin embargo, mi intención nunca fue darle una connotación religiosa al acto de crear. Pienso que creo en Dios como creo en el cosmos, sin embargo, no desde una óptica creacionista. Para mí toda creación es deficiente, precisamente porque es humana. La creación fantástica abre solamente nuevos caminos en el alma, nuevas cosmovisiones, pero no tanto desligándose de la realidad, sino mostrándose, a la vez, como una crítica. Si el amor es una creación fantástica es porque muestra las cosas como debieran ser, no como son... La realidad es violencia, hambre, guerra, política de mierda y el amor, en ese sentido, es una revolución al contradecir la realidad y, a la vez, crear una realidad alternativa, fantástica, pues...
Responder
September 12, 2013

Eliza Escalante

me parecio buen aporte y inteligente texto.
Responder
July 09, 2012
 

Getzeman Gonzlez

Muchas gracias.
Responder
September 12, 2013

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy