Espina
Publicado en Jul 15, 2012
Algo que se incrusta en lo más profundo y recóndito de tu corazón. Con intención de permanecer oculto entre las sombras. Errando al aparecer en episodios proyectados en tu recuerdo y perdonando al olvido, la tentativa de destrucción de su existencia. Todos tenemos espinas, cuentos con miles de finales que no acaban bien. Algo que ni pudo ser ni será. Locura infernal de dos amantes imposibles. Historias, que como espinas, quedarán ancladas al ayer, sin capacidad de avance sin retroceso. Al fin asumes que tu felicidad está en otro lugar. Y eliges otro sendero, saltando los ramales que puedan desviarte hacia su camino. Evitando que tus huellas coincidan casualmente con las suyas, y te evades surcando otros mares, entregándote al placer, alzando los brazos que crees liberados de toda cadena. Y llega la contradicción, al explorar unos ojos y sin querer, buscar su mirada. Al ver a una persona en bici y acordarte de su camiseta amarilla. Al acariciar unos labios esperando el sabor y calidez de sus besos; encontrándote perdido ante la imposibilidad de desvanecer el nudo en el estómago, que aún te provoca el solo hecho de pronunciar su nombre. Comprendes que no funcionaría ni en un millón de vidas, quizá el destino sea un sabio injusto que intenta enseñarnos diversas lecciones. Y por ello, me sorprendo cuando aún te encuentro en la letra de una canción, o paseando por mi cabeza con cualquier excusa que ni te pido ni me explicas… como en los momentos de soledad que me encierran en el extraño mundo de mi mente, forjado en las cuatro paredes de mi habitación. Reconozco que aún te sigo amando y caigo en la certeza de que tú eres mi espina… Aquella secuencia imposible de la película de mi vida. Me despido hoy, por siempre… Para quizás saludarte mañana… en tu rutinario tropiezo por mi recuerdo.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|