Hablar de pirámide alimentaria es tan ridículo como hablar de la pirámide del capital.
En la pirámide alimentaria de los animales tenemos una base que empieza por los más minúsculos microorganismos, subiendo hasta el depredador más grande, el hombre, pero esto no es así. Pues sabemos al final que el hombre al morir se convierte en alimento de los gusanos, larvas y seres microscópicos que se nutren de su tejido muerto para volver a crear vida.
Entonces no es una pirámide, es un círculo, es el reciclaje natural de la vida. Nada se pierde, todo sigue un ciclo. Desde la carne hasta la energía misma. Todo se reconvierte para seguir existiendo en otro estado.
Lo mismo pasa con la pirámide del capital, tenemos las bases en los trabajadores, subiendo hasta el dueño del capital, que es supuestamente el tope de la pirámide, pero ¿Qué hay más allá del dueño del capital, de los dueños de las multinacionales? No puede, no es lógico, que todo termine en ellos, ellos deben ser a su vez alimento de otros más grandes que ellos, esto debe terminar necesariamente en el último eslabón  mayor para caer nuevamente al inferior, sino, estamos en medio de un artificio condenado al fracaso.
Pero ¿Por qué no nos dicen que es una “pirámide imperfecta”, que nosotros sostenemos a los gobiernos, y ellos a las empresas que en realidad no “aportan” a esta retroalimentación, sino que siguen consumiendo recursos, gobiernos y personas de por medio sin dar nada a cambio?
Cuando vemos salir a las calles a las multitudes protestando por los bajos salarios, por las alzas indiscriminadas de los alimentos, la mala calidad de la salud o por una guerra sin más sentido que el lucro de los mismos oligarcas a base de la sangre de otros, no vemos sino la manifestación de la vida misma exigiendo su retribución por lo que ha dado en bien de otros.  Pero esta manifestación es acallada a golpes y a condenas, públicas y televisadas, mostrando que las protestas son todo menos “democráticas”, llamando a los protestantes con epitomes como vándalos, ladrones, saqueadores, terroristas, extremistas, etc. Enlodando lo que en realidad se busca expresar, que es un descontento ciudadano masivo en contra de un sistema enfermo. De este modo, a través de la propaganda, se desvía la atención de la gente que no marcha a las calles hacia los  desmanes que ocurren en las manifestaciones, dejando de lado la verdadera razón por la cual se han hecho estas protestas masivas, dejando en el inconsciente colectivo una sensación de temor hacia los manifestantes y hacia el hecho de manifestarse en contra de lo que democráticamente tenemos derecho y el deber de manifestar, logrando con esto generar una sensación térmica de inestabilidad laboral, gubernamental y de seguridad pública que termina beneficiando al mismo gobierno de turno y sus políticas cada vez mas represivas. 
Cada bomba es el negocio de alguien. Las guerras no se han hecho nunca para “liberar” naciones a cambio de nada, ni menos por la felicidad de nadie, son hechas para llenar los bolsillos de los dueños de las fabricas de armamento, de ropa militar, de vehículos militares, y un largo etc., desde el más simple clip de una carpeta de informe del gobierno, hasta del misil balístico más avanzado que viaja por el mundo en un portaviones con el simple objetivo de ser lanzado contra un blanco que muchas veces es civil. Como ha quedado más que demostrado en la última invasión a Irak. Con la cual no solo se beneficiaron las fabricas de armamento, sino también las transnacionales ligadas al negocio del petróleo, la construcción, la salud y el entretenimiento.
Al igual que la cadena alimenticia, siempre hay un tope para esta inventada pirámide, pero no la conocemos, o no quieren que la conozcamos por miedo a la masa, por miedo ya que saben que dependen directamente de nosotros, de nuestra ignorancia alimentada por ellos mismos, para mantenerse en el tope de la misma. Si la masa despertara de golpe, sería el desplome total del sistema, es eso a lo que temen, a dejar de estar en el poder, a dejar de estar alimentándose de la ignorancia de la masa. Por eso implantan el miedo, por eso mantienen niveles de salarios bajos, salud deplorable, y en cambio mantienen el sistema de estupidización mundial que son los deportes masivos y el mundo del entretenimiento siempre produciendo sin parar. Para mantener a la gente entretenida, por un lado, y ofuscada, por el otro. La frustración sumada al miedo mantiene a la gente atada a un destino del que muchas veces no tiene idea, o del que no quiere salir por comodidad.
El tambaleo del sistema financiero europeo no es más que una argucia para mantener a raya a los que aun pueden querer salirse del carro de la malograda unión europea. Y hay muchas dudas respecto a que este sea real. Seamos francos, un sistema no cae por sí mismo, y si esta caída es milagrosamente salvada por los mismos que la han creado, ¿no es acaso extraño?  Más aun si su salvataje viene con dolorosas condiciones económicas para los países en cuestión, y que terminan pagando no los gobiernos ni menos los bancos que son quienes han llevado a las naciones al caos económico,  sino la gente.
Estos golpes de mano son como quitarle a un niño la leche, hacerlo pasar hambre un tiempo, y después darle menos leche aun, y con condiciones como que beba menos, para que le dure más. Así mismos han sido estos verdaderos golpes de estado económicos, dándole mucho a las naciones, luego quitarles todo para hacerlos debatirse entre ser dueños de su destino, o esclavos del de otros,  para después  volverles a dar y en menos cantidad, con las amenazas de rigor de por medio, como mantener cierto consumo, subir las tasas de interés, elegir a cierto partido político, pasando también por las sanciones pertinentes y amenazando con hasta la aun no mencionada acción armada.
Mantener a raya a los insurgentes no siempre se hace a fuerza de garrote, también se hace a fuerza del hambre, sin disparar una bala ni menos alzar a un dictador, ya que no están de moda estos últimos. Además que sale más barato y es más rápido de hacer.
Analizar, por ejemplo, la situación de Grecia, seria largo, simplemente hay que aclarar que los griegos perdieron su libertad entregando su país a los tecnócratas y a sus dueños, los oligarcas. En lugar de dar la lucha, como muchos creyeron que harían dada su tradición, por volver a su independencia monetaria,   se han dejado llevar por el miedo a que la unión europea los ha estado sometiendo desde que empezaron las revueltas en las calles. La propaganda del miedo ha sido más efectiva que un ejército completo. Y la ONU no ha debido desplegarse sobre Grecia siquiera un centímetro para lograr que esta se someta por su misma voluntad.
“El miedo es el factor que mantiene los sistemas alineados”, sabias palabras del Emperador Palpatine de la saga de películas “Star Wars”, y que razón tenía. Es más efectivo mantener a la gente en el miedo constante, que esperar a que se rebelen y desplegar ejércitos completos sobre ellos.
Eso es exactamente como han operado contra Grecia, España e Italia, usando como punta de lanza al gobierno alemán y francés, y han dado como ejemplo a estos países para los que, por detrás, estaban ya tentando a abandonar la unión europea o a cambiar sus políticas monetarias.
La pregunta persiste ¿a quién sirven los gobiernos?
Lo único claro, es que ya no a los pueblos.
 
Por ultimo ¿A que le teme tanto el nuevo presidente de Francia, que se muestra reacio a cumplir sus promesas electorales de caracter social y bancario?
¿Que es lo que teme precisamente, si no es al pueblo de Francia?