Amor
Me abruma tu belleza física, sin embargo, aún no conozco tu belleza espiritual, lla cual me es más importante conocer.
Cariño, tienes unas facciones muy bellas y tu tez es maravillosa; y tus ojos claros me fascinan y tu boca me enloquece.
Además, al compararte con la Venus de Milo, llego a la resulución que tus encantos son mejores que los de ella. Más aún, tu piel tan virginal, es el delirio de la deidad del desfreno y del vino, a saber, Dionisios.

En mis amaneceres te evoco frenéticamente al contemplar la aurora ya que ella se iguala a ti en tanta belleza y con ella deviene tu imagen en cada mañana.

También, hermosa criatura, cuando te contemplo de pie en el altar de tu Dios, veo en ti, lo sublime, lo bello, lo mágico y lo puro que hay en tal Ser.
Bendito sea Dios, Bendito sea el Hado, Bendito sea el Destino, Bendito sea el Devenir y Benditas seas las Circunstancias que me llevaron hoy hacia ti.
Gracias por existir...