CARTA
Publicado en Jul 21, 2012
Apreciado Umberto Senegal, ¿conoce usted a Carlos Villegas? ¿Sabe algo del Mibonachi? ¿Le gustaría echar un vistazo a un zaolibozoide en estos tiempos de catarro sufrido por el oso hormiguero? ¿Recuerda el día de ayer extendido por la sábana amarilla igual a la hora exacta de un 4 de julio a las 3.31 PM cuando Angélica zurció unas chanclas rosadas las cuales compasaban con el sol temblando en la hoja de zinc abrigadora de los desmanes de la araña taciturna abandonada por el techo tenebroso encontrándose en este instante asando panela encima del humo verde parecido al musgo el cual usted retrató para luego atornillar filetes dorados a su sonrisa de niño travieso en el parque de Caicedonia lugar donde se filtran trinos de gallo agazapado? Mí muy estimado poeta, le propongo para un Martes de nunca llegar ir a la montaña cercana del río de los dinosaurios a zambullirnos en la tercera gota de estas aguas cristalinas para atrapar un zaolibozoide y más tarde traerlo al acuario escondido en uno de sus minicuentos aunque me preocupa un poco el transporte porque tiene la dimensión de la millonésima parte de un átomo cabizbajo en la muralla china ¿por Calarcá hay vehículos y conductores sensibles para medírsele a esta carga? Quiero contarle sobre el Mibonachi es un gato agazapado en una escalera sin peldaños como ciertos aforismos desnudos en la catedral donde se halla sepultada la manzana de Eva Tiene el Mibonachi ojos de tercera dimensión y pelaje hecho de bambú es un poco brusco en su manera de gesticular sus sonidos primitivos si uno dice algo de mal gusto se tiene el peligro de ser devorado por este presunto animalejo supuesto animal porque no se le puede tener como tal pues tiene un modo de locomoción como una pata de hiel es mamífero sin embargo posee una ala configurada por siete sidras y cuatro ajos con la cual ventila a los transeúntes entre ellos los hijos por nacer. Hermano Senegal, estoy un poco de afán me urge ir al más allá a mirar la mujer de mis deseos sexuales al regresar lo llamaré para preguntarle de nuevo por Carlos Villegas el mibonachiero Suerte en estos ocho siglos por vivir. Ah ya son las tres del Martes de nunca llegar es necesario partir de la circunferencia al cero no sin antes ir al abismo sin fin. Atentamente: Carlos Alberto Agudelo Arcila.
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