Vagn de mala suerte.
Publicado en Aug 11, 2012
Luego de bajarme de ese bagón y pasar por los torniquetes de manera tan natural. Como cada día, como la gota que siempre queda cayendo luego de cerrarla, siento una sombra muy colorida detras de mi. Yo, sin ningun tipo de importancia, sigo mi camino cual gota en grifo mal cerrado.
Solo bastó un pequeño empujon para que volteara a ver cual había sido la acción que estremesió mi cuerpo en contra de las puertas transparentes de ese torniquete. Y ahí estaba, con cara de apenada por tal torpe acto. Llevaba una camisa de cuadros, pantalon blue jean, zapatos rojos, cabello recojido, morral viejo de esos que no soltamos asi no combine con la ropa. Simplemente hermosa, creo haber divisado ojos marrones, y labios temblorosos. Piel clara. También recuerdo Frenillos en su dentadura. Increíblemente mi cuerpo se paralizó y no me atreví a pronunciar una palabra. Vuelvo a girar mi cuerpo al frente y sigo camino. Abri mi cartera mientras intento despertar de mi desconcierto, diviso 3 tickets de metro al mismo tiempo que la veo pasar a mi lado, adelantándose con prisa a la cola que se había formado para comprar los tickets. La veo caminar decidida, apresurada, como si cada uno de sus movimientos estuvieran hechos para ser perfecta. Sintiendome completamente extraño a lo que pasaba sigo camino. Justo 3 pasos antes de entrar al metro, me detendo, en seco, como si me hubiesen llamado, doy media vuelta y camino de regreso. No sabía a donde iba, solo caminaba en reversa, pense que solo queria verla una vez más antes de seguir mi camino y no verla jamás. Doy la vuelta en la cola, y la veo. Justo voltea para atrás y me ve, noto un tono de extrañez en su rostro al verme aminando hacia ella. Seguia sin saber que hacía. Cada vez más cerca, mis manos temblaban notablemente, estaba muy asustado. Llego donde se encontraba esperando, veo el largo camino que le espera, saco un ticket de mi billetera, se lo enseño y le pregunto: "¿Necesitas un ticket? La cola esta muy larga." Ella solo sonrió lo tomo, soplo un "gracias" dió media vuelta y desapareció en la multitud. Intente seguirla, pero tuve que rodear la cola, sin saber que hacer solo sigo mi camino; y en cuanto me dirijo al anden, ella caminaba a mi lado. Pensaba en que podia decirle que llamara su atencion, mis manos seguian temblando, intentaba ser duro y no mostrar mi nerviosismo, pero era imposible. Me doy cuenta de que baja por las escaleras opuestas a mi camino. Veo como desaparece de nuevo al bajar. Mientras busco donde esperar el metro, pensaba en cual escurridiza es esa señorita, era como si le diera placer el hecho de desaparecer de la nada en mis narices, sin yo darme cuenta en como lo hace. Que idiota fuí, había tomado el camino equivocado, tenía que bajar por donde ella lo hizo, pensé en tantas oportunidades perdidas por ese error. Diablos! Regrese a toda velocidad al otro anden, elijo donde esperar y me paro con tranquilidad casi recuperado. Veo la hora, a una señora hablando con sus hijos, un señor gordo, leo los avisos, muevo mi cuerpo hacia adelante y hacia atras con gracia, veo las cosas que trae en unas bolas otra señora. Suelto la mirada hacia la multitud mas lejana y lo primero que logro definir es una camisa de cuadros con un morral viejo. Debido a la lejanía, mi cuerpo reacciona con mas tranquilidad, solo deseaba que fuera el mismo bagón que el mío, para acercarmele un poco mas dentro del tren. No fué así. No muy contento con el resultado de mis intentos de acercamiento me distraigo en el camino, veo bebes llorando, ansío tener un libro o unos audífonos. Me parece interminable el viaje. Llego a Plaza Venezuela donde tengo que hacer una transferencia para llegar a la california donde mis asuntos esperan por mi llegada. Entre empujones, gente quejándose y corriendo, logro salir del bagón. Me abro camino entre la gente y subo por las escaleras de maner tranquila, camino hacia el otro tren que necesito tomar para llegar a mi destino, unos lentes que llevaba en la mano caen al piso, producto de mi despiste. Mi mirada apresurada al suelo buscando su lugar de reposo, me agacho, los recojo y subo lentamente. Al mirar para arriba mientras la gente pasa apresurada a mi lado. Veo sus ojos buscando los mios, estaba de espalda, con la cabeza en torno a mi mientras veía como recojia los lentes, observó que la mire, creo haber visto una sonrisa, volteó y siguio su camino por otra transferencia. Lo hizo de nuevo, volvió a desaparecer entre la multitud, "¿Cómo era posible que yo dejara que eso pasase tantas veces?" me pregunté. Sigo mi camino, llegael metro, se abren las puertas, otro lapzus mental. No había pensado nada claramente, solo sabía que si no hacía algo no la vería jamás, las coincidencias no suceden mucho en estos casos. Corrí a toda velocidad de regreso, por ese pasillo largo con escaleras que hay en la linea 3, pero nada tuvo exito, y no la volví a ver. Regreso un poco decepcionado, de mi actitud temorosa y de no poder entablar siquiera una conversación. Sigo mi camino, llego a la california, luego voy a Bellas Artes, luego a casa. De nuevo el mismo elmismo recorrido, metro - tren -tren - carrito - carrito - casa. De regreso no podia dejar de pensar en lo sucedido con cada paso que daba. Bajo al anden del tren, colas imposible, gente gritándose, desastre. Empiezo a formar parte de una cola, veo la otra a mi lado y las escaleras de frente. Yo no entendí, no supe que hacer, no me había quedado tan paralizado en tanto tiempo, como cuando la vi bajar de las escaleras y hacer la cola de al lado. Me quedé observándola fijamente, se dió cuenta, me miró con cara de extrañada totalmente notable. Asi fué, entre miradas toda la espera del tren. Llega el tren, alboroto, desastre de nuevo. Calculé que por el lugar en el que se encontraba se iría en el próximo. No me esforze mucho en entrar. Me salgo de me aparto a un lado, paso mi mirada por la cola de al lado, no la veo, me extraño, incognita, veo al frente, veo el vidrio de las ventanas del tren, la veo a ella, otro desastre. Había entrado y sentado, no sabía que hacer, las entradas estaban selladas de gente, no podía entrar, mis manos sudan, miedo. Tomo fuerzas y hago un gesto de saludo con la mano con una sonrisa torpe, que me devuelve de la misma manera. Tomo mas fuerza aún y le enseño mi telefono, hago señas para que anote mi número de teléfono, lo entiende, anota, 0426... El tren arranca, y solo alcanza a anotar eso. Llega el otro tren, me voy, espero verla en la estación donde me bajo, no está, llego a mi casa de la manera mas intrigada posible, veo el grifo, cae una gota, comienzo a escribir: "Luego de bajarme de ese bagón y pa..."
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