El pétalo vulnera la mañana La espina se cristianiza en rosa puntiaguda del color del dedo señalándole el rumbo al germen extraviado El dedo se desagua hasta la hondura de la raíz La raíz florece acordeones Las flores destilan música con aliento a rugido de león La mañana se desangra en una tarde ruidosa en la cual el fogonero desacelera la máquina multiplicadora de panes y de gotas cristalinas en prodigios de gran ascendencia Se busca la paz debajo de la alfombra guardadora de desequilibrios y locos nauseando letra a letra el pensamiento del loro En el otro lado de la circunferencia se sujetan resplandores de sables oxidados Los inviolados miran hacia su propio firmamento entretanto el óvulo mayor se fecunda en el solar ajeno ante el mirar decepcionado del espermatozoide con ínfulas de tendero Dios te salve maría llena eres de espinas mientras Jesús va a peñas Blancas a triturar gotas de rocío con sus dentadura de luna llena Piedras negras van de cuadratura en cuadratura los saltos son en sí piedra y cuadratura la rayuela encaja en la risotada de los Cronopios los Famas se alteran proyectan desde la sábana en tinieblas el lineamiento oblicuo de piedras cuadraturas del salto y la rayuela Cortázar no se desanima va a la taberna separada del hemisferio bebe un poco de ola azul regresa al centro del elemento travieso a contextualizar el zapato portador del amarre inoportuno al cordón umbilical del gallo barítono en la azotea donde se almacena la savia para ser exportada a la cuarta dimensión donde Albert Einstein Gurdjieff Ouspensky Oscar Wilde Fiador Dostoyevski Marcel Proust Joseph Conrad Alexander Scriabin Edgar Varese George Antheil Pablo Picasso William James Vladimir Lenin se abstraen con música etérea escriben de tinto en tinto la geometría del mito colorean sus vidas de pájaros con alas rotas volando día tras día el tejado de la casa por construirse Se manifestará con atuendo de aire doblado aunque se teme venga a enrostrar su monte del amor a los masturbados inocentes de la biblioteca abierta a las siete de la noche La carta llega delineada en silencios de cada silencio emergen sombras con voz propia sombras encarnando la metáfora del buen vivir hijo de ti depende la escalera para llegar a la meta circunscrita en el infinito jamás escarbes en la raíz de la buena suerte si tienes tus bolsillos rotos cuándo vendrás a esta tumba miserable para regalarte uno de mis artríticos huesos con el cual puedes hacerte una flauta para entonarle a tus hijos el himno del gato crucificado te perdono el haber cincelado la reja al tiempo por llegar Es imprescindible sí Se agita no lo merece El estruendo llega hasta el improvisado lineamiento del viento se eterniza la hierba en el verde Contiene lo bello lo feo en un solo vocablo en ocasiones la palabra misma interfiere el tartamudo esclarece la realidad El sonido inferior amortigua las injerencias de protozoarios y orcas partiendo de la boca de Jonás Perros recostados en las antenas bostezan la señal mejora la mano levanta su morado la camisa se desentiende de su jardín frenético Es imprescindible guiarlo hasta el coleóptero estamparle plumas del matiz del viento tornarlo viento al viento pájaro luego introducirlo en la jaula del viento para jamás perderle su vuelo de viento Su mirada naufraga al chocar contra el iceberg en el fondo de la humedad se divisan cientos de barcos del color de los ojos del anciano axiomático abriéndose paso entre crestas salinas con millones de bastones la escena es regentada por mariposas de hielo barroco peces importados desde el aljibe donde germina la rosa de los vientos.
De la novela surrealista MARTES DE NUNCA LLEGAR 
