Dos copas de sangre honesta en la mesa… de la mejor cosecha; un corazón en filetes sobre el plato, macerado con lamentos, cocido al fuego vivo de la pasión que atizamos. Carcajadas de vino para dos bohemios idiotas. Recordemos el Ateneo, el paseo de artesanos que tallan madera con las uñas. Recordemos el cappuccino del café ecológico y el recorrido en la lengua de la canela en polvo. Sírvete más pasapalos de huesos, impregnados de historias malas en el teatro; de escenarios hechos con paletas y cartones pintados. Carcajadas de vino para dos bohemios idiotas que borrachos de sangre degustan sus errores. Recordemos aquella espantosa Orestiada, La Dama del Perrito completamente mal lograda. Recordemos el sexo descomplicado y cálido del viernes por la noche.
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