YAANI SHABA
Publicado en Aug 18, 2012
Lejos
Mi hábito triste de asfalto; chismes hirviendo hasta secarse en el caldero de las fiestas. Aprendiendo a cuidarme de mis propios prejuicios con el simple recuerdo de la niña descalza, que sonreía a su imagen reflejada en la represa. Lejos Dejar de ver el sol para contar monedas, cirugías, copas, bailes… Siempre extraña. Ajena a la ciudad de los disfraces. Cerca Época de caña dulce y hamacas en el patio… Ya casi caen los mangos, ha crecido el limonero. El amor gratis de la hierba y una danza de cayenas han madurado las guayabas. Protegida por la cueva de leña y sortilegio. Cerca Sedienta del aguardiente que destilan los altares de nuestra reina sagrada. Olvidaré el cielo único. La oración masificada… Dentro Suelto los pies descalzos en la humedad de la selva. Fuman tabaco en mi oído. Se alejan las malas voces. Mientras lloran las mujeres, para lavarme la sangre, vuelve el alma de mi padre a sanar mis soledades. Dentro Libertad de Yaani Shaba: Siete cruces de azulillo y un amuleto de piedras. Nadando a pecho desnudo junto a las hijas de Yara.
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Umberto Senegal
"No puedo descifrar un gato. Mi razón resbaló en su indiferencia, sus ojos tienen números de oro", se lamenta Neruda en su filosófico poema Oda al gato. Dile al tuyo, en algún momento cuando se aproxime a tu copa de vino, a tus "carcajadas de vino", que le dedico ese descriptivo poema de Pablo. Si no se lo has leído, están en mora de hacerse ambos tan acariciante regalo.
Del primero al más reciente, observo en tu poesía un interesante desarrollo estructural y temático. Un mejor manejo del lenguaje poético, de las imágenes, del ritmo, hasta llegar a Yaani Shaba, donde el empleo de las múltiples voces poéticas, algo que caracterizó al enorme poeta Ramos Sucre, alcanzan notable virtuosismo literario, Leidy Mar. Muy bien escrito. Puede ser una persona, o muchas mujeres. Una cultura, una raza, el sentimiento de una población. "Mientras lloran las mujeres para lavarme la sangre", qué fuerza y qué capacidad de sugerir tragedias logras con esta metáfora.
Continúa por un camino expresivo igual al de este poema. Es el mejor de cuantos textos tienes en este portal, sin demeritar los demás. Tú lo afirmas muy bien: "hay hilos moviendo todo". Y algunos de esos hilos, Leidy Mar, Leidy Lago, Leidy gota de rocío, te conectan con el estilo y la forma, con la filosofía y la sicología ética y estética de Ramos Sucre, así te reconozcas "un día abstraída en la belleza celestial; otro consumida en el placer más profano". José Antonio, en muchos de sus poemas en prosa, puede leerse también como un minucioso e imaginativo minicuentista. Muchos de sus textos son líricos microrrelatos. La ensayista venezolana Violeta Rojo, autora del libro Breve manual para reconocer minicuentos, teórica connotada de la minificción en lengua española, lo incluye como uno de los pioneros del microrrelato venezolano en su libro La minificción en Venezuela (Universidad Pedagógica Nacional,, Bogotá, 2004). Déjate llevar de la mano por Sucre Ramos y sigue encontrando a la "dama de inmaculadas palabras".
Esa...sí eres tú. También eres tú, Leidy Mar. Desde Calarcá, Quindío, recíbeme un pétalo de anturio negro, de las montañas de mi paradisiaca región.
Leidy Mar
Este es mi recorrido de Caracas a la Montaña de Sorte para encontrarme con las poderosas hijas de Yara, una deidad que fusionada con la cacica Yurubí se transforma en María Lionza. La mujer de bronce: "Yaani Shaba".
De Ramos Sucre; sumada a los análisis y las investigaciones más recientes que, como bien dices, reconocen su calidad como narrador y la posibilidad de reconocerlo como nuestro primer y único poeta maldito... Y universal. Medio siglo después... desgraciadamente...
Del gato: vive. No podemos compartir siempre, pero me alegra ser parte importante de una de sus siete vidas.
Un abrazo.