SEIS DE LA TARDE
Publicado en Aug 23, 2012
Hablo conmigo mismo a las seis de la tarde Hablo con alguien más a las seis de la tarde del mismo día Todo se vuelve asequible como cuando dialogo con el paso del día de un día cualquiera a las seis de la tarde El violeta germina las seis de la tarde del tiempo por llegar Aparece el 1 La noche brota de los ojos del asesino la víctima agonizante limpia los párpados al día de su muerte Se rehace el 2 ¿Y por qué la lluvia borra el croquis en la pared si a ella solo le compete darle cristiana sepultura a la palmera en la tumba cerca de la ciudadela de los moscos? El 3 no interfiere ante el resplandor ofrecido por la cartera donde se almacena la imagen del hombre ante sí mismo Viento entre el viento con sus labios secos pronunciando el último vaivén del viento. El 4 reabre sus puertas a la avaricia Todo se agita menos el rojo secular del bramido El 5 se dirige al filo de la montaña mágica La yuca recién desenterrada le desgaja al firmamento contornos de rocas El 6 se desanima ante la presencia del dinosaurio Silencio agua cristalina evaporándose entre la ranura del grito El 7 se responsabiliza de la espina en el rosal En el bosque se agita el tiempo de la sopa fermentada sobre el humo putrefacto de la noche El 8 desmitifica las siete vidas del gato El vapor tortura el dedo en el patíbulo del jabón La guillotina sangrando se aleja del cadalso ante la mirada incrédula de duendes escondidos bajo la falda transparente de la doncella El 9 acierta su puntería en el agujero negro Ungido por la piedra histórica “El que esté libre de pecado que lance la primera piedra” El 10 reestablece la armonía entre los ceros La exquisitez de un firmamento rojizo en el paladar de la hambruna El 11 esquiva el gancho para el pelo de Sansón El aire dejado por la paloma en vuelo recicla pájaros de papel a la caza del gato hambriento El 12 va hasta el saltamontes a cumplir la cita con el remolino errante Palmeras barren el firmamento Cientos de nubes ruedan sobre el asfalto con olor a coco El 13 se agita dentro de su mismo fondo La hormiga aparece en la página en blanco haciendo historia en la memoria por escribirse El 14 no se desanima prosigue su número logarítmico Embudo abajo la palabra desahogándose del hollín blasfemo El 15 instala cuerdas bucales a la marioneta coqueteándole al espantapájaros El anciano con sus dos piernas al hombro se convierte en el canguro travieso del siglo XXVIII El 16 el 17 el 18 se encapsulan como cenefas rotas para darle morbidez a la noche buena Han de hollar el día del día trigésimo tercero lo harán para luego introducir en el espacio de dicho tiempo monedas de caramelo más tarde cada quien se indigestará hasta rezar el padre nuestro de no estás en los cielos y vendrá la risa rebasando el entusiasmo del ánima diabética El afónico observa el 19 el 20 desde la lupa construida con aroma de caña de azúcar no pierde de vista el infinito guarismo especial para acreditar la compra de cuatro yeguas para los tres mosqueteros D’Artagnan Athos Porthos y Aramis se montan sobre el rebuzno de Uno para todos y todos para uno a conquistar la tierra baldía donde el Cardenal Richelieu barre la ceniza dejada por la erupción del nevado con el cual se enfrío en tiempos recientes el agua para calmarle calenturas a Lolita de Vladimir Nabokov Es necesario imprimirle al círculo cromático la puerta por donde ha de salir el cacareo de la gallina ciega La caja solitaria insiste a los posados en la arboleda píen su soledad Señalan la cruz donde se enterró el éxodo de la luciérnaga cuando con sus luces apagadas iba en busca de sí misma su iluminación le llegó bajo al Bodhi de la Y ahora es luz única del árbol de navidad.
Capítulo de la novela surrealista MARTES DE NUNCA LLEGAR
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