90 años
Publicado en Jul 28, 2009
He llegado ya a los noventa años:
Soy una especie de fenómeno biológico. He visto molerse al siglo en adjetivos y pasar a los hombres entre conflagraciones. Sufrí la mordaza de la censura, el destierro, la cárcel las guerras que mataron a millones de jóvenes la malaria, el tífus, la cólera pestilente y el inicio de la bendita penicilina. He vivido en carne viva la fuerza incontrastable del progreso que comenzó con el estallár del átomo... El tiempo se ha ido quemando y ha dejado evidencias. El tiempo es un elemento vacío. Los segundos se han ido como hojas incendiadas y las estaciones hicieron de mi cuerpo un magro polvo. Bayoneta calada me atacaron los años: Venían cargados de rabia, en busca de pelea: Es la refriega honda del hombre con el día. Día armado hasta los dientes, tocando su trompeta de campaña. Luego de tantas luchas enfrentadas a mano se va veteando el cuerpo y languidecen los huesos. Es lo que se llama la humilde ancianidad que no tarda en llegar cuando somos muchachos. Se cede ante la fatalidad del minuto: Le gusta ultrajarnos. Y sólo quedan los manatiales pacíficos de la memoria pero a veces su misma agua es secada por el tiempo... He visto pasar guerras descaradas y sin propósito tan sólo por que en el corazón humano anida la belicosidad. Vi a un matarife asesinar tranquilamente a un prójimo y salir de prisión a los tres días, como Cristo de su tumba. He vivido el primer y postrer secuestro de los hombres que es el día del nacimiento.....Desde allí nos vamos al olvido. Muchas veces me descarrilé y volví a subir a mis rieles. Tuve mujeres, hijos, nietos...Me casé en un templo Anglicano donde la voz del coro sonaba como voces de arcángeles. Sufrí la contrariedad de amigos íntimos que me llevaron a la bancarrota. Sé lo que es la mísera inópia y también me paseé por la riqueza... A mi cuerpo lo ha consumido el tiempo como a una mascarilla que después de los carnavales se arrojan en el fuego. Padecí retaliaciones,insultos,críticas infundadas y el trastornado amor de los adolescentes que todo lo idealizan... Ahora, al final de la palabra Fin, sé que siempre fuí solo una vibración. Un cuerpo de carne: Brevedad entre dos siglos y que mi último paréntesis comienza ya a cerrarse. Lo he vivido todo y todo lo cedí: Me quedaron las manos y cicatricez obscuras que sólo Dios y yo conocemos.Ví desde carretas tiradas por mulas hasta los transbordadores espaciales... Ah! Mis huesos no cesan de molerse y crujir en este saco que soy. Yo sé que mi autopsia revelará que fui sólo ficción: Un cuerpo sacrificado y por demás madurado...Mas no viví lo suficiente porque noventa años pueden pasar casi en vano si se carece, como fue en mi caso, de un amor verdadero.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|